El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que “no hay partido de Estado”, ni permitirá que se utilice en nombre de su gobierno el uso de programas sociales para favorecer a candidatos.
En la conferencia matutina de este lunes, a pregunta expresa del desempeño de Gabriel García Hernández, coordinador general de los Programas Integrales de Desarrollo -a cargo de los conocidos superdelegados-, el mandatario federal consideró que si existen pruebas de que se están utilizando los bienes del gobierno para favorecer a personas, como acostumbraban los partidos políticos de antes, la misma Secretaría de la Función Pública se encargará de despedirlos; además de que tendrán que comparecer ante la Fiscalía Anticorrupción y la de Delitos Electorales.
“Y que quede clarísimo yo no voy a sudar calenturas ajenas, que nadie se equivoque, no voy a proteger a nadie -¡yo ya no me pertenezco!-. Yo vine aquí, llegué aquí para encabezar una transformación y la gente tiene confianza en eso y no voy a estar solapando actos de ilegalidad o corrupción”, expresó.
El jefe del Ejecutivo Federal no descartó el llevar una iniciativa o reglamentar que, aquel que desempeñe en el cargo de superdelegado no pueda aspirar a ser candidato.
“Pues sí podría analizarse hay que primero probar, porque lo dijimos hace unos días, hay mucha politiquería, entonces hay que ser serios, si hay una denuncia y hay pruebas de que un funcionario se está metiendo en asuntos partidistas se procede de inmediato eso no se va a permitir”, declaró.