Con el fin de transformar el mundo del trabajo y las reglas que lo componen el Gobierno de la 4T, impulsó la creación y aplicación de la Reforma Laboral.
Esta reforma promueve la creación de Centros Federales de Conciliación y Registro Laboral, donde se llevará a cabo estrategias de negociación entre empleado y patrón con el fin de que el conflicto laboral no llegue a los tribunales del Poder Judicial.
Sin embargo, si en estos centros los involucrados no pueden llegar a un acuerdo, la situación será evaluada por los nuevos Tribunales del Poder Judicial.
Cabe destacar que los nuevos Tribunales del Poder Judicial sustituirán a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la cual tenía como función la conciliación e impartición de justicia en las relaciones laborales de jurisdicción federal.
Estos nuevos Tribunales estarán adscritos al poder judicial y todos los nuevos asuntos laborales se resolverán en dicha institución.
Sin embargo, en la Reforma Laboral se estipula que estos Tribunales trabajaran de la mano con los Centros de Conciliación, los cuales no solo tendrán como función la conciliación, sino también dichos organismos se encargarán del registro nacional de sindicatos y de la regulación de los contratos colectivos.
Además, esta nueva institución verificará los procesos de democracia sindical y emitirá la “Constancia de Representatividad” para la celebración de un contrato colectivo inicial.
Cabe señalar, que la Junta de Gobierno integrada por diversos organismos del gobierno de México, será la encargada de verificar la autonomía y la independencia de estos nuevos Centros de Conciliación.
Finalmente, esta reforma también promueve la democracia sindical; a través del voto los trabajadores podrán aprobar contratos colectivos de trabajo y elegir a sus dirigentes sindicales.
Esta reforma laboral se publicó el 1 de mayo del 2019 y hasta la fecha se han celebrado 337 consultas de legitimación de 168 contratos colectivos; donde 71 mil trabajadores han emitido su voto de manera personal, libre, directa y secreta.
