Entrevistado en los micrófonos de A Barlovento Informa, Bernardo Barranco, economista por la Universidad Nacional Autónoma de México, habló sobre los procesos democráticos en México y criticó la postura de personajes como Lorenzo Córdoba, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) que ha rivalizado con el mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador.
“Vivimos más de 70 años con un gobierno que reprimió toda vida democrática o partidaria, por lo que hubo luchas, personajes, iniciativas a veces cargadas de represión y de sangre pero que a partir de 1968, de manera muy lenta el país fue caminando a formas más democráticas”.
El economista resaltó la reforma de 1977 y la creación del Instituto Federal Electoral para poder tener un árbitro fuerte y arrebatar la conducción amañanada que tenía el Estado en los procesos electorales. “Es importante para que las nuevas generaciones valoren un camino muy largo, muy azaroso en la búsqueda de democracia en la sociedad mexicana”, señaló.
Sobre la actual condición política nacional y el panorama electoral del próximo año, Barranco señaló: “En democracia no existen los absolutos, en 2018, por hartazgo, por convicción, la propuesta de Andrés Manuel López Obrador arrasó con 30 millones de votos, pero en 2 años es evidente una cierta erosión del proyecto de la 4ta Transformación que ha tenido, no en los partidos políticos que aún no alcanzan a enderezarse o a despertar del letargo, sino más bien de líderes de opinión, medios de comunicación (…) y ha venido una polarización y la verificación del proceso se van a dar en el proceso electoral de 2021”.
Por eso, puntualizó sobre la importancia de la reciente elección de los nuevos cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral, quienes, dijo, deben dignificar y asegurar a la población que esta nueva conformación del INE será imparcial, sin vínculos partidistas.
“Hay gente que están ahí que traen una larga trayectoria (…), son perfiles ciudadanos, gente con experiencia de lucha que le pueden caer muy bien a este perfil hasta ahora ‘tecnocrático’, que pueden cimbrar lo que hasta ahora se ha constituido en una especie de casta electoral con un lenguaje casi inaccesible”, señaló sobre estos nuevos consejeros.
Con el IFE se “ciudadanizó” a los consejeros, como Miguel Ángel Granados Chapa o José Woldenberg, cuya misión, dijo Barranco, era arrebatarle al gobierno la gestión electoral; sin embargo, mencionó que los partidos han interferido de manera indebida en la elección de consejeros.
Como ejemplo, mencionó el caso de la intromisión en 2003 de Elba Esther Gordillo, por lo que el PRI y el PAN lograron posicionar a personajes dentro del IFE y la izquierda, representada por el PRD, quedó fuera, lo que permitió que las elecciones del 2006, estuviera amañado.
El entonces presidente Vicente Fox se entromete a la campaña, los empresarios hacen guerra sucia contra Andrés Manuel López Obrador, hubo dinero fuera de la legalidad, por lo que al final, recuerda Barranco, renuncia el entonces presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde.
Ahora, el académico señala que personajes como Lorenzo Córdoba, presidente del INE y el consejero, Ciro Murayama, “se han puesto los guantes y se han convertido en oposición, cuestionando al presidente, cuestionando las políticas públicas y sobre todo tratando de manifestar que aquellos que cuestionen la línea están cuestionando la democracia y la libertad”.