El curso de la crisis: recesión, desempleo, pobreza, bancarrotas…

Las crisis entreveradas continúan mostrando su gravedad y alcance, tanto en las estructuras económico-sociales y políticas, como en su prolongación en el tiempo, y las instituciones, nacionales e internacionales, se ven obligadas a reconocerlo, pues los retos y desafíos son enormes.

Ayer, el exgobernador del Banco de México, Agustín Carterns, hoy gerente general del Banco de Pagos Internacionales precisó que “Al principio se pensaba que la crisis iba a ser transitoria, pero ha durado más y va a durar aún más. […] Llegará el momento en que la acción gubernamental sencillamente no pueda prevenir el incremento de bancarrotas”.

Hay que reconocer que la pandemia de Covid-19 va a cambiar la cara de la economía, muchos sectores que sufren ahora no van a recuperarse […] las instituciones y los gobiernos del mundo deben estar preparados para enfrentar mayores dificultades a futuro”

En México, Alfonso Romo, señaló ayer, que el sector privado sabe que su inversión es la única que podrá sacar al país de la crisis económica y recordó que la inversión cayó 33% en el último trimestre. 

Aquí, en A Barlovento, hemos señalado que la inversión privada en México es muy raquítica, que a lo largo del neoliberalismo registró pobres tasas de crecimiento al tiempo que la estatal se desplomó y sólo la inversión extranjera directa mostró una dinámica mayor con el proceso que pasó de la privatización a la desnacionalización, destacando su participación en algunos sectores como el automotriz.

Se espera mayor inversión en nuevos proyectos de infraestructura, a partir de los proyectos estratégicos del gobierno que se enmarcan en un presupuesto restringido en medio de la crisis.

Y mientras los proyectos se materializan los efectos en el desempleo y el consiguiente aumento de la pobreza emergen al primer plano en nuestro país y en el mundo.

Hace cuatro meses la CEPAL advertía que Nuestra América llegaría a tener 44 millones de desempleados y que la pobreza aumentaría a 37.3%, de 186 a 231 millones de personas: 10.8% en Argentina, 9.3% en Perú, 7.7% en Brasil, 7.6% en México, 7% en Ecuador, 6.5% en El Salvador, 5.7% en Chile, 5.6% en Nicaragua y 5.1% en Colombia. Y también señalaba que los más afectados por la pobreza son las mujeres y los niños, por cada cien hombres en pobreza, hay 104 mujeres; y los niños tienen el doble de probabilidad que los adultos de vivir en hogares pobres,

Ahora el Banco Mundial en su último informe Pobreza y prosperidad compartida reconoce que la pandemia aumentará la pobreza “entre 88 y 115 millones de personas”. Ante cifras así, recuerdo a un profesor que decía, yo después de mil no se contar: 115 millones de personas, cuando la población en nuestro país es de 126 millones.

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