La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó la Fase 1 de construcción del Tren Maya, la cual irá de Palenque, Chiapas, a Izamal, Yucatán, y que incluye la tala de 800 hectáreas de selva.
De acuerdo con el informe presentado por la dependencia, los estudios de impacto ambiental correspondientes a la Fase 1 del Tren contemplan la pérdida de un total de 800.95 hectáreas de selva, lo que se define, en el estudio, como una “afectación de masa forestal que contribuirá a la emisión de carbono, considerado uno de los causantes del cambio climático”.
Con el fin de paliar las afectaciones correspondientes a la obra en su Fase 1, pero la cual atravesará cinco entidades y abarca cerca de mil 500 kilómetros de vías férreas, la Semarnat sostiene que bastará con un programa de reforestación y reubicación de especies, pues así se restaurarían las condiciones climáticas generadas por el impacto.
“Semarnat considera que el desarrollo del proyecto no compromete la integridad funcional de los ecosistemas presentes en el Sistema Ambiental Regional, ni generará impactos ambientales relevantes. A los mismos, que pudieran ocasionar un desequilibrio ecológico”, sostiene el informe, el cual consta de más de 500 páginas e incluye 16 condicionantes en materia de impacto ambiental para lograr su aprobación.
Y añade: “Aunado a lo anterior, serán aplicadas las medidas de prevención, mitigación y compensación propuestas por el promovente para asegurar el mantenimiento de la diversidad de los recursos”.