Novavax Inc. Indicó el jueves que su vacuna contra el COVID-19 parece tener una eficacia de 89% con base en los primeros hallazgos de un estudio británico, y aparentemente también funciona —aunque no tan bien— contra las nuevas variantes del coronavirus que circulan en ese país y Sudáfrica.
Han surgido interrogantes en torno a si las diversas vacunas que se están aplicando en el mundo tienen la capacidad de proteger contra las nuevas variantes, en un momento en que urgen nuevos tipos de inoculaciones a fin de aumentar los escasos suministros.
El estudio a 15 mil personas en Gran Bretaña aún está en marcha. Sin embargo, un análisis provisional encontró que hasta ahora a 62 de los participantes les han diagnosticado COVID-19. De ellos, a sólo seis les fue aplicada la vacuna y al resto un placebo.
Las infecciones ocurrieron en un momento en que Gran Bretaña experimentaba un gran incremento de casos de COVID-19 debido a una variante más contagiosa. Según un análisis preliminar, más de la mitad de los participantes en el estudio que se contagiaron tenían la versión que había mutado. Las cifras son muy pequeñas, pero Novavax señaló que dejan entrever que la vacuna tiene una efectivad de casi 96% contra al coronavirus más antiguo y de casi 86% frente a la nueva variante.
A los científicos les preocupa aún más una variante descubierta primero en Sudáfrica que presenta mutaciones distintas, y los resultados de un estudio de Novavax de menor tamaño dejan entrever que la vacuna sí funciona, pero no con la misma eficacia que contra la variante británica.
El estudio realizado en Sudáfrica incluyó a algunos voluntarios con VIH. Entre los que dieron negativo al VIH, la vacuna parece tener una eficacia de 60%. Si se incluye a los voluntarios cuyo sistema inmunológico está comprometido, la protección alcanzó 49% en general, señaló la compañía. Aunque las pruebas genéticas aún están efectuándose, hasta ahora aproximadamente 90% de las enfermedades por COVID-19 encontradas en el estudio en Sudáfrica al parecer se deben a la nueva mutación.
Los hallazgos preliminares podrían contribuir a que Novavax consiga la autorización para su vacuna en Gran Bretaña, pero el gobierno estadounidense está financiando un estudio mucho mayor en el que aún se está reclutando a voluntarios.
Las vacunas contra el COVID-19 adiestran al cuerpo a que reconozca al nuevo coronavirus, principalmente a la proteína con picos que lo cubre. Sin embargo, la inoculación candidata de Novavax se fabrica en forma distinta a las primeras dosis utilizadas. Denominada vacuna de proteína recombinante, la compañía de Maryland utiliza ingeniería genética para producir en células de insectos copias inocuas de la proteína con puntas del coronavirus. Los científicos extraen y purifican la proteína y después la mezclan en una sustancia química que refuerza la inmunidad.
La vacuna alemana Curevac y la americana Novavax iniciarán la tercera fase de investigaciones clínicas en México y las dosis necesarias arribarán la semana entrante, así lo confirmó desde su cuenta de Twitter el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Novavax ha sido desarrollada con apoyo del gobierno de Estados Unidos, que tras la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador en julio pasado a ese país manifestó su respaldo al gobierno mexicano para acceder a las vacunas, según afirmó la dependencia.
Esta vacuna también se aplica en dos dosis, con 21 días de diferencia. Los resultados se evaluarán a partir de los siete días siguientes a la aplicación. Después, los participantes recibirán seguimiento durante dos años.
“Nos alientan los datos generados hasta la fecha sobre la NVX-CoV2373 y somos optimistas acerca de nuestra capacidad para construir positivamente sobre la evidencia con este ensayo”, dijo Gregory M. Glenn, presidente de investigación y desarrollo de Novavax.