Las comunidades indígenas de esta demarcación, en conjunto con sus autoridades municipales, comunitarias y agrarias, acordaron de manera unánime autorizar la instalación del Polo de Desarrollo para el Bienestar, como parte del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, que busca el bienestar económico y social de la región y es coordinado por el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
En asamblea general comunitaria para desahogar la etapa consultiva del proceso de consulta libre, previa e informada, mujeres y hombres expresaron públicamente su respaldo al proyecto estratégico que permitirá crear empleos bien remunerados, oportunidades para desarrollar actividades productivas y para impulsar la economía de las familias de la región.
A dos semanas de que se llevara a cabo la asamblea informativa y se abriera el lapso para que las comunidades deliberaran sobre su pertinencia, las comunidades indígenas de Ixtepec autorizaron por unanimidad la implementación del proyecto Polo de Desarrollo para el Bienestar en su municipio.
En diálogo abierto, pidieron respeto a sus derechos y ser tomados en cuenta en las obras y fuentes de empleo que se generen, así como respeto a la biodiversidad, los recursos naturales y el agua en su territorio.
En la asamblea, representantes indígenas propusieron que el gobierno federal evalúe su participación de manera directa como asociados, mediante alguna figura jurídica que se pueda determinar, tanto en el parque industrial como en sus beneficios económicos.
Opinaron que este eje de desarrollo debe dar certeza para que las familias locales y las que pudieran llegar a Ixtepec, cuenten con servicios de salud de calidad, oportunidades de educación superior, capacitación, empleos e infraestructura adecuada para evitar la contaminación de tierras, ríos y mantos acuíferos.
Otros planteamientos asentados por quienes solicitaron el uso de la palabra en la asamblea fueron: evitar el despojo de tierras y el desplazamiento de familias indígenas de sus zonas de origen; reactivar los programas de rescate de la cuenca del río Los Perros y evitar el acaparamiento de agua por parte de particulares; garantizar la operación de los sistemas de riego y el trabajo de las mujeres y los hombres del sector agropecuario.
Ante observadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aliado en la implementación del Programa Istmo para fortalecer la estrategia social, así como representantes de 17 dependencias federales, autoridades estatales y municipales, la asamblea de Ixtepec solicitó buscar que la mano de obra del proyecto sea de comuneros locales y sus familias, además de que los principales cargos especializados en las industrias sean para profesionistas de la comunidad.
El representante del CIIT, instancia responsable del proyecto, reconoció el amplio número de necesidades que tiene Ixtepec; afirmó que se llevarán todas las peticiones de los asistentes y las conjuntadas por la autoridad de bienes comunales para analizarlas y ayudar a que sean atendidas por parte de las instituciones responsables de los gobiernos federal y estatal.
También mencionó que el proceso no termina aquí, que el diálogo continuará de manera permanente. Una vez que se autorice la instalación del proyecto, iniciará el proceso para la adquisición de tierras y posteriormente se realizarán todos los estudios que permitan garantizar los servicios para la ciudadanía y los Polos de Desarrollo.
Las partes involucradas determinaron instalar mesas de trabajo permanentes y nombraron una comisión de seguimiento encabezada por sus autoridades agrarias para mantener abierto y vigente el proceso de diálogo, donde se podrán despejar dudas e inquietudes y determinar el mecanismo de participación de las comunidades indígenas en la dinámica del Polo de Desarrollo.
El representante de la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob) reiteró el compromiso del Gobierno de México con los tratados internacionales que protegen el derecho a la consulta de los pueblos y comunidades indígenas, así como la convicción y compromiso del presidente de México de respetar la cultura e incluir a las comunidades indígenas en la generación de bienestar.
En tanto, el representante del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) refirió que la sola realización de esta asamblea es un paso importante en la construcción de otro México, en el que gobierno y pueblos indígenas dialogan de manera directa.
Reiteró que estos trabajos garantizan el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a decidir sobre proyectos de desarrollo programados en su territorio; lo anterior se encuentra establecido en tratados internacionales y en la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos desde 1991.
Destacó que, en Oaxaca, las asambleas son instancias milenarias de gran importancia, donde se toman decisiones trascendentes para la comunidad, por lo que agradeció el espacio abierto para el diálogo con el Gobierno de México.
Para garantizar el cumplimiento de los acuerdos plasmados en el acta de asamblea, se instaló una Comisión de Verificación y Seguimiento de acuerdos y se reiteró el compromiso de las dependencias federales de atender las propuestas y peticiones que impulsarán el desarrollo en la región.
