Los mares, clave y solución para la vida en el planeta 

Elva Escobar Briones, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), aseguró que el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, que inició la Organización de las Naciones Unidas, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de los mares como determinante de la vida futura en el planeta, incluida la humana.

Por más de cuatro décadas la UNAM lleva a cabo aportes sustanciales al conocimiento de los mares contribuyendo a la evaluación de la contaminación, de la diversidad biológica y de los recursos.

“Los resultados de la investigación han permitido reconocer el declive en las condiciones de los océanos. Contribuciones como éstas en todo el mundo, motivaron el Decenio, con la idea de realizar acciones transformadoras en beneficio de los océanos y la vida”, estimó.

La especialista comentó que el conocimiento de los mares en la UNAM se genera además del ICML en los institutos de Geofísica, Geología, Ciencias de la Atmósfera, Geografía, Biotecnología, Ecología, Biología y desde las Humanidades Antropológicas y en las facultades de Ciencias, Iztacala, Zaragoza, la ENES Morelia y en Yucatán. Cada día se sumarán más.

El ICML cuenta con la Unidad de Informática Marina (UNINMAR), uno de los repositorios de datos de los océanos de acceso abierto que apoyan la toma de decisiones para la investigación, los sectores y la industria.

La universitaria, miembro del grupo de planificación, enfatizó que la vida se originó en los mares y sus genes evolucionaron a lo largo de cuatro mil millones de años, por lo cual hay que tener respeto y evitar perder más especies. El cambio de narrativa de que por su gran dimensión los océanos pueden recibir todos los impactos, o es difícil evaluar, debe cambiar y reconocer la importancia que tienen al representar 71 por ciento del planeta.

“Los mares son una gran solución para el cambio climático, el Decenio ofrece un marco unificador para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. Debemos recordar que los océanos están presentes todos los días con nosotros: a través de la lluvia se deposita el agua y ya procesada la bebemos, la usamos en la agricultura, la ganadería”, explicó.

En 2015 Naciones Unidas presentó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que revisaban los problemas a los que se enfrenta la humanidad, los cuales es necesario solucionar. La campaña cuenta con 17 objetivos, de los cuales el 14 está dedicado a la vida en océanos.

A una década de alcanzar el plazo, la ONU presentó el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible reconociendo que los mares están sujetos a amenazas sin precedentes como resultado de la actividad humana. Las evaluaciones indican que para 2050 el plástico, contaminantes y el cambio climático podrían en sinergia afectar irreversiblemente los ecosistemas marinos si no se actúa ahora.

“¿Por qué en vez de envasar el agua en plástico para beber no la tratamos para mejorar su calidad antes de reusarla, reciclarla o descartarla limpia al ambiente? El costo es elevado pero el costo de no hacerlo es aún mayor. Sería deseable que en una década podamos beber el agua potable de la llave.

El plástico para envasarla ya no serían un problema de basura. La solución la tenemos nosotros. Los mares son nuestra solución para la vida futura”, destacó la experta en ecosistemas del mar profundo.

El Decenio busca enlazar esfuerzos de ciencia para la gestión de los mares, para lo cual se pretende alcanzar siete resultados: océanos limpios, sanos y resilientes, predecibles, seguros, sustentables, transparentes y accesibles e inspiradores en los cuales la UNAM contribuye desde el ICML y otras entidades, en colaboración con instituciones del país e internacionales.

Los océanos son un tema transversal a las ciencias. La definición de ciencias oceánicas en el Decenio es amplia, incluye las humanidades, ciencias del mar y la cultura, con el objetivo de ofrecer solución en crisis, eventos únicos y planear a largo plazo, destacó.

Estas temáticas implican colaborar también con sectores, la industria y la ciudadanía en proyectos en codiseño para promover los mecanismos a fin de reducir la contaminación que llega a los mares, guiar el manejo sostenible de los recursos, generar guías de respuesta para la seguridad de las comunidades costeras incluyendo huracanes, algas tóxicas, el sargazo, mantener la diversidad, generar modelos y predicciones de circulación y reconocer posibles fuentes de energía de los océanos.

La vida humana está estrechamente entrelazada con los mares como parte del tejido planetario.

Diversas disciplinas como Economía, Antropología, Ciencias Políticas, entre otras, también están vinculadas en el estudio, uso, manejo y preservación de los océanos. Paralelamente inicia el Decenio de la Restauración que se vincula con el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible.

Como ejemplos del vínculo océano-sociedad, Escobar Briones mencionó la pérdida de funciones del arrecife de coral que conlleva a la disminución de biodiversidad y servicios como la protección de las comunidades costeras ante huracanes, el ascenso del nivel del mar, afectación al sector turismo y a la actividad económica de importancia regional. La pérdida de refugios para especies de importancia comercial afecta la disponibilidad de abundancia que sostiene la pesca.

Los conocimientos tradicional e indígena identifican el movimiento de las especies, varias asociadas a sus ceremonias u origen, saben cuándo se reproducen y dónde habitan, por lo que su saber es importante en decisiones como los límites de polígonos de áreas protegidas. Sin embargo, en pocas ocasiones son tomados en cuenta.

El Decenio busca interactuar más en estos temas donde las humanidades tienen gran experiencia”, destacó la investigadora del Laboratorio de Biodiversidad y Macroecología del ICML.

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