De los diálogos entre el gobierno y la oposición de Venezuela que se realizarán en los próximos días en México, se podría esperar un resultado positivo debido a que las partes se reunirán y las demandas están claras. Entre los acuerdos que se podrían alcanzar destacan:
Que las elecciones a realizarse el próximo mes de noviembre en el país sudamericano tengan mayor transparencia; que Estados Unidos elimine las sanciones que pesan sobre Venezuela; lograr un pacto de pacificación con una plataforma política donde todos los sectores formen parte del proceso electoral; se canalicen las diferentes posturas por vías institucionales y la oposición deje de ser beligerante y violenta, consideraron académicos de la UNAM.
En conferencia de medios a distancia, Nayar López Castellanos, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), dijo que se espera generar acuerdos de trascendencia los cuales respalde la comunidad internacional y el principal beneficiario sea el pueblo venezolano, quien debe tener el derecho de que su país comercie libremente con quien quiera, sin las restricciones que EU le ha impuesto en los últimos años.
Además, Adalberto Enrique Santana Hernández, investigador y exdirector del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC), destacó que México, con su política progresista, aparece ahora en el escenario mundial como una nación que reivindica el derecho de la región a la soberanía y autodeterminación.
López Castellanos abundó que el hecho de que nuestro país se haya propuesto como sede de este diálogo, previsto para finales de esta semana, es una noticia importante porque se retoma el papel que había jugado en el siglo pasado como un espacio para la solución de conflictos por la vía de la negociación y los acuerdos.
Es relevante que se reanuden las negociaciones entre el gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro y las diversas oposiciones venezolanas. En esta ocasión se suma el sector encabezado por Juan Guaidó –autodenominado presidente interino y reconocido por un conjunto de países que optaron por una lógica de intervención en los asuntos políticos internos de Venezuela–, el más radical, quien ha promovido golpes de Estado y hasta ahora había rechazado dialogar con el gobierno.
El integrante de la FCPyS recordó que Venezuela atraviesa por un momento crítico debido al contexto de la pandemia y las restricciones comerciales, financieras y económicas por parte de EU; ese embargo o bloqueo, parecido al que ha vivido Cuba por más de seis décadas, le ha significado un golpe económico importante para la estabilidad. “Una de las condiciones de Maduro fue que esto estuviera en el paquete de las negociaciones”.
Hoy, opinó Nayar López, existe un clima más positivo que en otras ocasiones para llegar a acuerdos. Se ha visto la caída de la eficacia de Guaidó, quien logró generar un hecho sui géneris: tener dos presidentes en un mismo país, uno constitucional, el otro autoproclamado pero que llegó a tener un peso fundamental para justificar la serie de bloqueos contra su nación, y que hoy reconoce la legitimidad y constitucionalidad del gobierno de Maduro al reunirse a negociar.
Al proseguir, Santana Hernández sostuvo que en las conversaciones que se llevarán a cabo el gobierno de Noruega ha jugado un papel destacado como principal actor en este proceso de negociación. Y el gobierno mexicano ha ofrecido las mejores condiciones para que se realice el diálogo.
Además, recientemente se sumó el gobierno de Perú, encabezado por Pedro Castillo, lo cual coadyuva a generar mejor ambiente. “Legitimar y apoyar las negociaciones de paz es un avance para la búsqueda de la negociación por vías latinoamericanas”, añadió el experto.
Como parte de las demandas podría establecerse la liberación de lo que la oposición considera presos políticos, personas que generaron violencia, atentados y homicidios, y a quienes el gobierno de Maduro podría dar amnistía.
Referente a la posición del gobierno mexicano, afirmó que es neutral. “La historia diplomática de México ha sido muy rica; ha ofrecido una plataforma para que los diferendos que ocurren entre las naciones latinoamericanas puedan dirimirse por una vía de negociación y diálogo que lleven a acuerdos y a la pacificación”.
Mediante la tradicional política de respeto a la autodeterminación de los pueblos, expresó Adalberto Santana, se busca la integración de nuestra región, para ser más fuertes en el escenario global.
El universitario explicó también que en la historia de la región los intereses de EU han estado y siguen presentes. La incidencia de la Unión Americana en conflictos latinoamericanos es importante y, en contraste, la política mexicana, en términos históricos, ha sido un valladar para evitar que la posición del vecino país del norte sea aún más avasalladora. Además, en el escenario internacional actual, esa potencia ya no es hegemónica y ha perdido fuerza.