Este 8 de marzo en nuestro país fue un día histórico: una manifestación de decenas de miles de mujeres en las calles de la Ciudad de México llena de fuerza, festejo, luz, colores, solidaridad, encuentro, amor…
En la lucha de las mujeres mexicanas está en primer lugar la protesta, la denuncia del mayor agravio contra nosotras, el feminicidio: cada día se asesinan más de 10 mujeres y frente a ello la impunidad es prácticamente absoluta. En medio de la pandemia, en 2020, se registraron 3 723 feminicidios y 3462 el año pasado; en los dos primeros meses de este año 142 mujeres fueron asesinadas. La violencia familiar creció durante la pandemia y el acoso no cesa en la calle ni en la escuela.
En la lucha de las mujeres mexicanas se encuentran las buscadoras, las madres y hermanas que buscan a sus hijas e hijos, esposos, desaparecidos. La Secretaría de Gobernación reporta que, se tenían registradas 78 107 personas desaparecidas, del 2006 al 12 de enero de 2022; otras estimaciones hablan de cerca de 100 000 desaparecidos. El mayor número de desapariciones se registró en los dos últimos sexenios, a partir de la infame, abyecta, ruin declaración de guerra de Calderón, borolas el borrachín, que convirtió al territorio nacional en un cementerio.
La desigualdad estructural afecta en mayor medida a las mujeres: reciben salarios menores y no se reconoce, ni se paga, su trabajo vital, el trabajo de cuidado en casa que se intensificó durante la pandemia. El 24% de las mujeres tiene entre 15 y 29 años y el 39% entre 30 y 59 años.
Su participación económica se registra en pequeños negocios y se concentra en el comercio y los servicios, con un alto grado de informalidad, de precariedad en el trabajo; en el trabajo registrado, formal, el trabajo de la mujer se concentra en los servicios públicos de educación y salud.
La lucha de las mujeres ha logrado una mayor participación pública: hoy, la mitad del legislativo son mujeres; tenemos 7 gobernadoras, empezando por la de la Ciudad de México, y después de las elecciones del año pasado están en Colima, Baja California, Chihuahua, Tlaxcala, Guerrero y Campeche; en 2020 el 23.2% de las presidencias municipales estaba encabezado por mujeres y destacaba su presencia mayoritaria en Baja California (80%), más del 40% en Tabasco y Tamaulipas, y entre el 30 y 40% se registraban en Baja California Sur, Durango, Quintana Roo, San Luis Potosí, Querétaro, Sinaloa, Sonora.
La manifestación de miles de mujeres en la Ciudad de México mostró que la cuarta transformación no sólo está en el palacio nacional, va más allá; está transformando la vida social y se abre paso una nueva práctica cultural en nuestra sociedad.
