México disolvió una selecta unidad antinarcóticos que durante un cuarto de siglo trabajó mano a mano con la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en el combate al crimen organizado, dijeron dos fuentes, en un duro golpe a la cooperación bilateral en seguridad.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador notificó formalmente a la DEA en abril del año pasado que la unidad había sido clausurada, según un agente de esa agencia con conocimiento del asunto que se negó a ser identificado porque no estaba autorizado a hablar sobre el tema. Una segunda fuente familiarizada con la situación confirmó el cierre del grupo.
Tanto la Secretaría de Seguridad Pública como la propia DEA se negaron a hablar sobre el tema.
Para Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA, el cierre de la SIU dañará a ambos países. “Significará más drogas yendo a Estados Unidos y más violencia en México”, advirtió.