La diputada Valeria Santiago Barrientos (PVEM), secretaria de la Comisión de Seguridad Ciudadana, informó que promueve una iniciativa de reforma al Código Penal Federal para incrementar las sanciones a quienes produzcan una lesión que deje cicatriz o marca notable en la cara o cuerpo de una persona.
En un comunicado, indicó que su propuesta plantea reforma el artículo 290 de dicho ordenamiento legal para imponer de 10 a 15 años de prisión y una multa de 300 a 600 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), “a quien de manera dolosa produzca una lesión que deje cicatriz o marca notable en la cara o cuerpo de una persona, usando algún objeto, material, sustancia corrosiva, líquido o cualquier otro agente físico o químico”.
Actualmente dicho precepto establece que “se impondrán de dos a cinco años de prisión y multa de 100 a 300 pesos, al que infiera una lesión que deje al ofendido cicatriz en la cara, perpetuamente notable”.
Santiago Barrientos mencionó que su iniciativa también contempla que cuando la lesión se provoque por razón de género o la víctima sea menor de edad, o bien exista un vínculo consanguíneo, de afinidad, de amistad, laboral entre el agresor y la víctima, la pena se aplicará al doble.
Señaló que, de acuerdo con la organización especializada Acid Survivors Trust International, la cual trabaja de la mano con Naciones Unidas, al año se producen al menos mil 500 agresiones de este tipo y más del 80% de las víctimas son mujeres.
“Hasta diciembre de 2020, se tenía el reporte, por parte de organizaciones de la sociedad civil, de que 20 mujeres habían sido atacadas con ácido en México, siendo 2018, el año con el mayor número de ataques, con siete casos, sin embargo, en el país no contamos con cifras oficiales que señalen el número real de mujeres víctimas de este tipo de violencia”, puntualizó la legisladora.
Asimismo, refirió que esta problemática, además de cobrar relevancia, ha impactado a la sociedad por su brutalidad, ya que conlleva una altísima carga simbólica, pues marcan de por vida a una persona.
“El ácido y otras sustancias abrasivas son utilizadas en muchos países como un arma que no sólo pretende causar un sufrimiento físico enorme, que incluso llega a provocar la muerte, sino también para imponer una condena social que acompañará a la persona lesionada de por vida”, resaltó.
Por lo anterior, señaló la importancia de robustecer las leyes contra la violencia de género y, en general, para las agresiones que dejan en las víctimas cicatrices permanentes.