La inversión extranjera directa (IED), la que se destina a actividades productivas y de servicios, ha presentado el mayor dinamismo a lo largo del periodo neoliberal que privatizó la empresa pública; ha crecido más que la inversión pública y la privada desde hace décadas. Entre 2000 y 2018, la inversión pública creció 2.6% por año y la extranjera 3.7%. En 2018, la inversión total representaba poco más de la quinta parte de la economía nacional y la pública apenas 3 por ciento. En 2022, la IED representó 4% del producto interno bruto del país.
La IED acumulada entre 2000 y 2021 alcanzó 625 786 millones de dólares; tan sólo en 2021 registró 32 338 millones de dólares. Poco más del 40% es nueva inversión
Entre 2000 y 2018 a las manufacturas se destinó 48.4% de la inversión extranjera al transporte 13% y a autopartes 7.6%. Estados Unidos es el mayor inversionista, realiza 46.6% del total, España 12.3 y Canadá el 7.4%. Entre enero y septiembre del año pasado, 2022, registró 32 174 millones de dólares. Tengamos presente, por otra parte, que las remesas es el mayor flujo financiero del exterior. En 2021 llegaron al país 51 586 millones de dólares, superando en ¡89 por ciento! a la IED.
Por entidad, la IED se concentra, tradicionalmente, en la ciudad de México, pues la mayoría de los registros, de sus oficinas se localizan aquí. Entre 2000 y 2019, por ejemplo, la ciudad de México concentró el 21.2% del total, el estado de México y Nuevo León, 9.2% cada uno; Chihuahua 5.8%, Jalisco 5.5%. Las seis entidades de la frontera norte concentraron entre 2019 y 2020, el 30% de la IED.
Entre 2007 y 2019. Las exportaciones, estrechamente vinculadas a la IED, se han concentrado también en las manufacturas (87.5%) y de éstas en dos sectores: la automotriz (34.3%) y el equipo de cómputo y comunicaciones (20.1). Entre enero y octubre de 2022 las exportaciones totales alcanzaron 479 559 millones de dólares, las exportaciones manufactureras fueron 420 639 millones y las de la industria automotriz 135 975 millones de dólares. Las exportaciones no petroleras a Estados Unidos representaron el 82.6% del total y la automotriz 25.4%.
Es en este contexto que llega la inversión de Tesla, el proyecto “Gigafactory Mexico”, cuyo principal ejecutivo (CEO por sus siglas en inglés) es Elon Musk. La inversión estimada en 5 000 millones de dólares se localizará en Santa Catarina, de la zona metropolitana de Monterrey) y se estima que generará alrededor de 35 000 empleos directos e indirectos. La producción será de autos eléctricos y se prevé inversión y producción en otras entidades. En Hidalgo, por ejemplo, se habla de producción de baterías.
Y también hay que recordar que más de 900 000 trabajadores en nuestro país laboran en la industria de autopartes; que el diferencial salarial en el sector automotriz entre México y Estados Unidos es enorme, pues un trabajador en Estaos Unidos gana entre 7 y 10 el salario que reciben los trabajadores mexicanos en nuestro país. Y es mayor el diferencial en autopartes.