En entrevista para el periódico La Jornada, la titular de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, aseguró que la administración actual recibió un sistema de salud arruinado. Además de tener un adeudo de 500 millones de pesos, la secretaria denunció que los hospitales públicos del país no tienen materiales quirúrgicos, personal médico ni espacios suficientes para atender a los pacientes.
La salud pública, quizá el área más importante para el bienestar ciudadano, estuvo controlada profundamente por la corrupción, a tal grado que, señaló, cuando entró en funciones la administración actual descubrieron que no podían solicitar insumos a los proveedores porque tenían un adeudo de 170 millones de pesos.
Sin embargo dijo que, de “manera insólita en cuestión administrativa”, la deuda era mucho mayor: se trataba en realidad de 500 millones de pesos que se había acumulado desde el año 2013. En la compra de medicamentos se identificaron anomalías como “contratos sin firmas y abuso de la adjudicación directa de hasta el 70% por ciento de las adquisiciones de insumos. Estos contratos tenían la clara intención de beneficiar a un sólo grupo de empresas, informó a La Jornada.
“Ahora hicimos una licitación abierta y esa empresa entró al concurso y no quedó; no le gustó, pero no cumplió con los requisitos”, dijo la titular.
También expresó que el gobierno anterior dejó muchas obras inconclusas o que fueron mal planeadas, que ahora sufren la falta de mantenimiento y deterioro del equipo, el cual en algunos casos no funciona desde hace un año.
Dijo a La Jornada que, desde su llegada, ha iniciado una “fase de estabilización” para mejorar el abasto de medicamentos e insumos con una adjudicación directa de emergencia, con lo que se ha cubierto el 80% de la demanda. Además, está en proceso el regreso de 700 comisionados sindicales a sus puesto laborales.