Tras las manifestaciones que se organizaron en diferentes estados del país, donde becarios denunciaron que supuestamente el gobierno federal no les había depositado los recursos de los Programas para el Bienestar, Leticia Ánimas Vargas, coordinadora nacional de Becas de Bienestar “Benito Juárez”, dijo en exclusiva para A Barlovento Informa que si bien han habido algunos obstáculos para hacer llegar los recursos a las comunidades aisladas y sin internet, los recursos sí se han entregado a los beneficiarios y se está trabajando para solucionar los problemas.
“Hemos tenido barreras y tropiezos que estamos superando, porque, como ha dicho el presidente, este aparato administrativo de gobierno no estaba diseñado para la gente. Entonces hay que picarle algunos días más fuerte las costillas al elefante, y eso es lo que ha estado sucediendo. Además, estamos evitando la entrega de dinero en efectivo como sucedía en el pasado y que se prestaba a muchas irregularidades, pues se condicionaba la entrega”, explicó.
Leticia Ánima Vargas detalló que uno de los obstáculos es que sólo el 25% del territorio nacional tiene internet, por lo que “no se puede pensar en una transferencia bancaria para todo mundo”. Sin embargo, señaló que se está trabajando para que esas condiciones cambien.
Sobre las manifestaciones en días recientes, declaró que los jóvenes inconformes pertenecen a una organización que forma parte de Antorcha Campesina.
“En los subsistemas que nosotros hemos detectado que tiene presencia esta federación (Antorcha Campesina), que son telebachilleratos, telebachilleratos comunitarios y escuelas superiores medias a distancia, en este momento tenemos más de 250 mil becarios que ya hemos atendido y de los cuales el 92% ya han recibido una orden de pago para hacerla efectiva en una sucursal bancaria, para cobrar su beca”, mencionó.
Agregó que se están realizando censos para tener un padrón de beneficiarios totalmente confirmados, diferente a lo que se hacía en la anterior administración, donde se sólo se registraron con números.
“No había un listado nominal, sino que sólo tenían números. Entonces tuvimos que hacer un censo para tener a los beneficiarios plenamente identificados. Es una verificación de los padrones que no había anteriormente. Y en el caso de la educación media-superior, fueron los propios estudiantes, sus docentes, los administrativos, los que se censaron en los planteles. El censo empezó en octubre y seguimos construyendo el padrón, pero en este momento ya tenemos dispersadas más de 3 millones de becas. Tenemos una cobertura del 97% de la meta de 3.1 un millón de estudiantes de educación media superior, y ya han cobrado más del 82%. El porcentaje restante son los que viven en zonas alejadas y les entregamos una orden de pago”, dijo.
“Otros han asistido a una sucursal bancaria, y otros, que estaban becados en la Ciudad de México con el programa “Prepa sí”, ya los estamos pagando nosotros: son 212 mil estudiantes que reciben un aviso a sus teléfonos”, agregó.
A su vez, expuso como una dificultad que algunos de los estudiantes son menores de edad que no pueden tener acceso a una cuenta bancaria, por lo que ha habido una propuesta de reforma a la Ley Bancaria donde se exponga la inclusión financiera para los menores de edad.
“ Mientras se analiza la Ley, lo que tenemos que hacer ahora es ir a entregar las órdenes de pago a las escuelas, para verificar que la persona a la que se le está entregando el recurso sea la correcta y la tenemos registrada previamente. Son 1600 pesos bimestrales por cada uno de los jóvenes educación media-superior”, apuntó.
En cuanto a los jóvenes que se manifestaron, dijo que ya están siendo atendidos por la Secretaría del Bienestar y la Coordinación de Becas, con el objetivo de corroborar su presencia en los padrones y saber si realmente no han sido atendidos, ya que “han manejado cifras distintas de presuntos jóvenes excluidos”.
Por otra parte, dijo que, tras el contraste con la lista que existía en la administración anterior, ya tienen una diferencia de 1 millón de jóvenes que “no existían, dejaron de estudiar o migraron”.
“Como no tuvimos un listado nominal para comparar, no supimos qué pasó con ellos. Pero sí hay un registro de un millón menos. Nosotros tenemos nombre, apellido, la escuela a la que asisten. Y en caso de una baja nos lo reporta la escuela, porque ahora hicimos una sinergía entre las becas y las escuela para construir el padrón, que no había en el país, que además servirá no solo para becas sino también para políticas públicas y analizar los índices de deserción”, mencionó.
