El pasado 17 de julio, Estados Unidos realizó ejercicios militares en Corea del Sur, país aliado de la potencia norteamericana. Hoy, Kim Jong-un confirma que este jueves 25 de julio, su país realizó ensayos con un misil que lanzó al mar de Japón; esto fue, una “advertencia solemne” a los posibles enemigos de norcorea.
En surcoreano viven 28 mil 500 efectivos norteamericanos, y aunque ambas coreas firmaron un armisticio en 1953, los territorios técnicamente aún siguen en guerra. Según los militares surcoreanos que detectaron el misil, aseguran que su trayectoria es muy parecida a la de los misiles balísticos rusos de corto alcance Iskander, capaces de portar ojivas nucleares.
Según publicaron medios estatales norcoreanos, la postura del gobierno de Corea del Norte es que la prueba va dirigida contra los “belicistas militares de Corea del Sur”. Bajo el análisis, este movimiento puede ser una estrategia de Kim Jong-un para preparar el terreno de próximas reuniones con el presidente estadounidense, Donald Trump. La última reunión entre ambos mandatarios fue el primero de julio del presente año, cuando Trump se convirtió en el primer presidente en pisar el suelo norcoreano.
En este sentido, apenas el 4 de mayo, el mandatario norteamericano publicó en su cuenta de Twitter: “Cualquier cosa en este mundo tan interesante es posible, pero creo que Kim Jong Un se da cuenta plenamente del gran potencial económico de Corea del Norte y no hará nada para interferir o ponerle fin. También sabe que estoy con él y no quiere romper su promesa. ¡El acuerdo sucederá!”.
Sobre el ensayo de Kim Jong-un, el ministro japonés de la Defensa, Takeshi Iwaya, descalificó el lanzamiento de los proyectiles norcoreanos, y tildó de “lamentable” la iniciativa.
“Si se trata de misiles balísticos, eso viola resoluciones de la ONU. Estos casos recientes de lanzamiento de proyectiles son extremadamente lamentables”, dijo el funcionario japonés a la prensa.