Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos de México, rechazó, por segunda vez, ser extraditado de España, donde quiere enfrentar un proceso judicial en el que se le acusa de haber vendido a sobreprecio la infraestructura de Agro Nitrogenados a Petróleos Mexicanos (Pemex), en un movimiento de corrupción en contubernio con el entonces director de la petrolera Emilio Lozoya Austin. En cuanto a su planta de fertilizantes, Ancira dijo que si el gobierno no la quiere, “que me la devuelvan”.
En una entrevista publicada por Milenio, Ancira asegura que sus acusaciones no tienen fines jurídicos, sino políticos, por lo que prefiere ser juzgado por la justicia española y no por la mexicana: “Cuando la política entra por la puerta, la justicia sale por la ventana”, dijo; así mismo, indicó que el gobierno mexicano “está persiguiendo a gente y a veces hacen pagar a gente que nos salpica, producto de un daño colateral”.
Además, el medio de comunicación añadió que Ancira criticó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de quien dijo” cree que tiene la verdad absoluta”, y mencionó sobre la planta de fertilizantes: “No fue como comprar naranjas, participaron valuadores internacionales, decenas de personas. Si no las quiere que me las devuelva y que me dé un tiempo para pagarle”.
Por lo pronto, y luego de tener un encuentro con el juez de Audiencia Nacional española Santiago Pedraz, el proceso de Alonso Ancira se reanudará en septiembre para determinar si procede su extradición a México o no; este receso se debe a que en España comenzará un proceso vacacional para varios jueces y funcionarios. Sin embargo, Ancira debe comparecer en el juzgado cada dos días, además de que tiene prohibido salir de España por lo que ya no cuenta con su pasaporte.
De acuerdo con la acusación, Ancira también debe de responder por supuestas transferencias irregulares realizadas desde cuentas de la siderúrgica Altos Hornos de México S.A. a empresas relacionadas con la brasileña Odebrecht, en movimientos de lavado de dinero.