El pasado jueves, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, anunció la imposición de un “pequeño arancel adicional” del 10 por ciento sobre 300 mil millones de dólares en importaciones chinas; de inmediato Pekín dio respuesta. Desde China se canceló un pedido de carne de cerdo norteamericana de 14 mil 700 toneladas que deberían haberse enviado entre este año y el siguiente, y en general se bloquearon todas las compras de carne estadounidense.
La administración de los Estados Unidos se ha quejado innumerables ocasiones sobre el incumplimiento del mercado chino en consumir los productor agrícolas de su país; sin embargo, con los muchos requisitos arancelarios impuestos por Donald Trump, esta movida del país asiático se encamina a negociar con nuevas disposiciones la compraventas de futuros de carne de cerdo, soja y algodón.
Por el momento, este movimiento de China, según Forbes, ha provocado que los futuros de la carne de cerdo estadounidense se hundan a niveles de hace tres años. “En concreto, los futuros de esta materia prima se han negociado un 5 por ciento por debajo del precio que se fijaba ayer”, menciona el medio especializado.
El mercado de futuros es una dinámica del mercado financiero en el que se utiliza un “futuro” como instrumento para garantizar contratos, firmados en el presente, pero a celebrarse tiempo después, ya sean meses o años. Esto implica ciertas ventajas y certidumbres para el especulador ya que generalmente están asegurados; sin embargo, movimientos gubernamentales como los de Estados Unidos y China, comprometen el desarrollo del mercado bursátil.
Este fenómeno da inicio a otro episodio en el conflicto económico entre ambas potencias mundiales, pues afecta, como lo han informado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al avance de la economía internacional, la cual se encuentra desacelerada. Asimismo, termina con la especie de tregua que Xi Jinping y Donald Trump habían pactado luego de la reunión del G20 en Osaka, Japón, en junio pasado.
