Si uno mira el mapa del mundo, se dará cuenta de que en efecto África y Sudamérica empalman de forma exacta, pues hace miles de millones de años, eran la misma masa continental. Hoy, la Amazonia se quema, pero también el corazón de El Congo, Angola y otras zonas subsaharianas que son el otro pulmón del Planeta Tierra.
En este contexto, circularon imágenes de la NASA donde se aprecia que en África central había más incendios que en Brasil. Solo en Angola y el sur de la República Democrática del Congo (RDC) había más de 10 mil fuegos activos, frente a los 2 mil 127 del país sudamericano. La imagen del satélite muestra que además Zambia, Mozambique o Madagascar también sufren el mismo fenómeno.
Durante la cumbre del G7 en Biarritz, el presidente francés, Emmanuel Macron, quien ha sido el líder europeo más crítico sobre lo que sucede en el Amazonas, por lo que incluso se ha enfrascado en intercambios ríspidos de declaraciones con Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, anunció la posibilidad de desbloquear fondos para combatir el fuego también en el continente africano.
Sin embargo, expertos citados por el diario El País, afirman que estos incendios, parte de actividades agrícolas y pastorales, están controlados y no afectan a grandes masas boscosas sino a pastizales y tierras de cultivo. Tosi Mpanu Mpanu, negociador congolés en las conferencias sobre el clima de Naciones Unidas, dice que “en la Amazonia, el bosque arde sobre todo a causa de la sequía y el cambio climático. Pero en África central se debe esencialmente a técnicas agrícolas”, informa AFP.
El Gobierno de Angola también alzó la voz e indicó que lo que sucede en este país africano y Brasil es distinto y vincularlo podría conducir, asegura en un comunicado, “A una dramatización de la situación y a la desinformación de las mentes más imprudentes”. Según el Ministerio de Medio Ambiente angoleño se trata de fuegos que los agricultores generan cada año al final de la estación seca. “En esta época del año y en numerosas regiones de nuestro país se producen incendios por parte de los campesinos en fase de preparación de las tierras debido a la proximidad de la estación de lluvias”, añade el comunicado del gobierno de dicha nación.
Inclusive, según CNN, la propia NASA ha concluido algo similar: “La ubicación, la naturaleza generalizada y la cantidad de incendios sugieren que estos incendios se hicieron deliberadamente para administrar la tierra”, señala en su informe sobre estos incendios sistemáticos en África.
Incendios como estos pueden ayudar a las áreas inmediatas a su alrededor, ya que aumentan la calidad del suelo y limpian las áreas para que crezcan nuevos cultivos. Sin embargo, la NASA señala que no están exentos de riesgos. “Si bien el fuego ayuda a mejorar los cultivos y los pastos, los incendios también producen humo que degrada la calidad del aire”, añade el informe.
En efecto, especialistas han declarado que no se trata de la misma situación pero que, el golpe al ambiente y la biodiversidad es innegable, además de que, no sólo las comunidades africanas realizan la quema de bosques y pastizales para sus actividades económicas, sino también, las grandes industrias.
Según Denis McClean, portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para la prevención de desastres, citado por la BBC Mundo, afirmó: “No creo que se trate de una comparación válida (…) Hay que recordar que el 90 por ciento del bosque en África Occidental ha desaparecido en los últimos 100 años, no por la tala y quema sino, mayormente, por la industria maderera y la limpieza de la tierra para crear plantaciones a gran escala, como por ejemplo para producir aceite de palma”.