En la sesión de este miércoles, diputados de todos los partidos dieron sus posicionamiento con motivo de los 51 años a los estudiantes caídos en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en 1968.
El diputado Pablo Gómez Álvarez de Morena, quien fue líder estudiantil en aquel entonces y preso político durante el 68, expresó que una de las demandas de ese movimiento era el debate como instrumento de la democracia y representaba un grito de libertad, democracia y de reformas políticas.
“Quienes hoy critican a la izquierda en el gobierno y la señalan como un peligro para el futuro del país, están tan equivocados y desconocen la historia. La Cuarta Transformación es carne, cerebro, herencia y orgullo del mismo”, declaró.
Desde la tribuna acompañado de sus compañeros de bancada, declaró que se ha hecho lo posible para exculpar a los responsables, pero aún se está esperando que el Poder Judicial y la ahora Fiscalía General de la República (FGR), puedan dar cuentas y hagan lo que tengan que hacer para reivindicar la autenticidad del gran movimiento de los estudiantes de 1968.
Por el PRI, la diputada Margarita Flores Sánchez en su intervención indicó que un día como hoy se recuerda uno de los acontecimientos históricos que marcaron a generaciones de mujeres y hombres en la construcción de una nación más democrática y tolerante.
Consideró que sería un error negar que durante estas cinco décadas las instituciones no se hayan transformado. “Los cambios políticos, económicos y culturales se han dado en un contexto de apertura democrática y de paz social”, expresó.
Marcos Aguilar Vega, diputado del PAN, a nombre de su partido reiteró la posición a favor de los jóvenes, de la libertad de expresión, de los derechos humanos y las garantías individuales. El legislador declaró en tribuna que es necesario garantizar el derecho de manifestación y se proteja la seguridad ciudadana, los bienes particulares y el patrimonio de la nación
“Nunca más un gobierno enemigo de la sociedad, uno que vea a sus jóvenes como un estorbo y no como el motor de nuestro país. El 2 de octubre no puede ser ya sinónimo de violencia. Así lo reconocemos. Pero también es necesario pedir a las autoridades actúen con responsabilidad”, concluyó.