El Ballet Nacional de Cuba anunció que Alicia Alonso, la bailarina cubana de danza clásica, falleció este jueves a los 98 años en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas de La Habana.
Alonso fue una de las bailarinas y coreógrafas más reconocidas de todo el mundo y encargada de formar a generaciones enteras de bailarinas durante la Revolución Cubana.
Entre sus logros destaca su participación en la fundación del American Ballet Theatre en Estados Unidos, fue conocida como la Prima Ballerina Assoluta y recibió el Premio Nacional de Danza en su país y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en Madrid, España. Además en 2003 Jacques Chirac, presidente de Francia en ese entonces, le otorgó el grado de Oficial de la Legión de Honor.
Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de México, publicó en su cuenta de Twitter: “El Gobierno de México lamenta el fallecimiento de la gran Alicia Alonso y extiende sus sinceras condolencias al gobierno y pueblo de Cuba por la gran pérdida que ello significa. Vivirá por siempre con su arte entre nosotros. Descanse en paz.”
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), recordó que en 2002, Alonso fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad “por su extraordinaria contribución a desarrollar, preservar y popularizar el ballet clásico.
Alonso hizo su debut como bailarina en “La Bella Durmiente” de Tchaikovsky y, a los 16 años de edad, se casó y se mudó a Nueva York, donde entrenó en la School of American Ballet. En Estados Unidos realizó diversas interpretaciones pero fue su participación en Giselle lo que la mandó a la fama, la crítica de ese tiempo aseguró que “había nacido una estrella.”
En 1941 fue diagnosticada con desprendimiento de retina, a pesar de la intervención médica y una operación quedó parcialmente ciega lo cual no le impidió seguir bailando. A partir de ese momento se valió de la ayuda de sus compañeros y de las luces del escenario para guiarse.
Alonso regresó a Cuba luego del triunfo de la revolución y con la ayuda de Fidel Castro creó el Ballet Nacional de Cuba, de donde salieron muchas de las maestras que dan clases en México.
