El Bundesbank, banco central de Alemania, ha reconocido que dicha nación Europea cayó en recesión. “La producción económica de Alemania podría haberse reducido nuevamente en el tercer trimestre de 2019”, señala el organismo alemán, que apunta a una continua desaceleración en la industria orientada a las exportaciones, como ya se había previsto en el segundo trimestre del año.
“Los primeros indicadores proporcionan actualmente pocos signos de una recuperación sostenible de las exportaciones y una estabilización de la industria”, añade el Bundesbank, según El Financiero. “Esto aumenta el riesgo de que la desaceleración se extienda en mayor medida a sectores más orientados a nivel nacional”, publica FX Street.
Además, el banco central reconoce que esta recesión está comenzando a tener sus consecuencias en el resto de la economía, dijo el Bundesbank, asegurando no obstante que no estamos ante una recesión global. “Ningún político en la historia ha dicho algo que no sea esto cuando llegan los problemas. Nadie lo reconoce”, afirma José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, también citado por El Financiero.
“Los primeros indicadores proporcionan actualmente pocos signos de una recuperación sostenible de las exportaciones y una estabilización de la industria”, apunta el banco central. “Esto aumenta el riesgo de que la desaceleración se extienda en mayor medida a sectores más orientados a nivel nacional”, publica Financial Post.
Ya en agosto el Bundesbank alertó de la caída de la economía alemana en el segundo trimestre de 2019, y afirmó que no era un hecho aislado.
Gran parte de la caída de la economía de Alemania puede deberse al Brexit, pues por la naturaleza de la Unión Europea, esta problemática no sólo afectaría a la economía del Reino Unido, pues a mayor demanda podría existir riesgo de inflación; sino también a la economía alemana, dado que en su segundo trimestre del año, registró una caída del 0.1 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB), lo que alarmó a los mercados internacionales ante una posible recesión técnica de dicho país europeo.
“Reino Unido es el tercer mercado más grande para las exportaciones de Alemania; primero es Francia, sigue Estados Unidos y después el Reino Unido (…) es por eso que Alemania no va a tener un futuro tan próspero, porque es una economía exportadora de productos altamente especializados y de capital. Eso que produce Alemania entra directamente a la planta de producción, por eso en el momento cuando la producción en el mundo va a la baja: Reino Unido, Estados Unidos, China, la economía alemana va a la baja aún más”, explicó para A Barlovento Informa Lars Pernice, doctor en Economía egresado de las Universidades de Wuppertal y Köln en Alemania y estancia en la Universidad de Birmingham, en Inglaterra.
Según datos de Santander Trade, Alemania es el primer proveedor de Reino Unido, recibiendo el 13.8 por ciento de sus importaciones de dicho país. A su vez, como lo indica el investigador, para los alemanes, el mercado británico es el tercer mejor destino para sus exportaciones, enviando 7.0 por ciento de su producción, todo esto a cierre de las cifras de 2016.
Alemania podría entonces, generar un problema para la economía internacional, y así lo indica para A Barlovento Informa, Octavio Amador Villalpando, editor de la sección de Empresas y Negocios del diario El Economista: “Alemania es el motor de la economía en la Unión Europea, que además, si se concreta la salida de Reino Unido de dicho bloque, el peso de Alemania como faro de la región va a crecer, y hasta que no esté claro el Brexit, veremos qué perspectivas toma la economía alemana como cabeza de la Unión Europea”.
En este sentido, ambos especialistas coinciden en que Francia podría tener una ventana de oportunidad para despuntar ante la desaceleración e incertidumbre de las potencias económicas europeas. “Si observamos la última crisis financiera de 2008-2009, Alemania ha sufrido más las consecuencias que Francia, por ejemplo; porque Francia es un país menos orientado a la exportación, sí exporta, pero no tanto como Alemania, y tampoco tan altamente especializado para bienes de capital, y ese fenómeno hace a Alemania muy vulnerable”, apunta Pernice.