El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue mencionado por un interrogado en la investigación sobre el asesinato de la concejala Marielle Franco, una política de izquierda muerta a tiros en Río de Janeiro en 2018.
Según informó el canal Globo, el portero de la urbanización de lujo donde vive Bolsonaro declaró ante la policía que uno de los sospechosos de matar a la mujer, el ex policía militar Elcio Queiroz, pidió subir a casa de Bolsonaro, entonces diputado, horas antes del crimen, el 14 de marzo de 2018.
Según el interrogado, reporta Globo, Queiroz solicitó permiso para entrar en la urbanización, el portero llamó a casa de Bolsonaro padre y alguien de la casa, que según el portero se identificó como “señor Jair”, autorizó la entrada, pero el ex militar no fue a su piso sino al de Ronnie Lessa, el otro detenido por el asesinato y vecino de Bolsonaro.
Según la policía, explica a su vez El País, Queiroz y Lessa, encarcelados por el caso desde que fueron detenidos al cumplirse un año del crimen, salieron minutos después para matar a la concejala. Ese día, el entonces diputado Bolsonaro estaba en Brasilia, donde participó en algunas votaciones.
Sin embargo, una de las fiscales del caso Marielle Franco, Simone Sibilio, ha dicho este miércoles que el testimonio del portero no coincide con la grabación de los vigilantes que las autoridades tienen en su poder. “Sí, (el portero) mintió. Y esto se demuestra con evidencias técnicas”, aseguró Sibilio, quien luego dijo que el empleado podrá aclararlo en una nueva declaración. La fiscal defendió que no hubo alteración de los audios, pero no aclaró cómo las grabaciones llegaron a los investigadores, si fueron recopiladas por policías directamente en la vivienda y verificadas posteriormente o enviadas por el personal de vigilancia.
En su cuenta de Twitter, Bolsonaro público sobre el asunto: “¡Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres!”. Su hijo, el concejal Carlos Bolsonaro, mostró audios del edificio, que contradecían la versión del portero, sin explicar cómo había tenido acceso al material. Posteriormente, el fiscal general, Augusto Aras, también informó de que el procedimiento abierto con la mención al presidente había sido archivado.
El reportaje de Globo fue emitido en el telediario nocturno más visto de Brasil. Como el caso sigue bajo secreto, Bolsonaro culpa de la filtración al gobernador de Río, Wilson Witzel, un antiguo aliado con el que ahora está enfrentado, y al jefe de la policía en la ciudad.
La tarde de este miércoles, Bolsonaro, dijo que podría cancelar la licencia de la cadena de televisión más grande del país, Globo, por difundir el reportaje antes referido. El presidente acusó a los medios de comunicación de conspirar para atacarlo a él y a su familia. “Es un periodismo podrido e infame el de TV Globo”, dijo molesto en un vídeo difundido en las redes sociales grabado en Arabia Saudita, donde se encuentra en una visita oficial.