Por primera vez en su historia, la Unión Europea cierra sus fronteras exteriores y prohíbe la entrada a los ciudadanos de terceros países salvo en circunstancias excepcionales. La medida se adoptará durante 30 días debido a la emergencia provocada por el coronavirus.
“Hemos acordado adoptar una decisión coordinada para restringir los viajes no esenciales a la UE durante 30 días”, ha anunciado este martes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras una cumbre por videoconferencia de tres horas, de quien también ha sido portavoz Ángela Merkel, canciller de Alemania.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha detallado que su propuesta ha recibido “mucho” apoyo por parte de las capitales, que ahora deben implementar la medida.
“El enemigo es el virus y ahora tenemos que hacer todo lo posible para proteger a nuestra gente y proteger nuestras economías”, sostuvo. “Estamos dispuestos a hacer todo lo que se requiera. No dudaremos en tomar medidas adicionales mientras la situación evolucione”, dijo.
Y añadió: “Necesitamos asegurarnos de que el mercado interior funciona y que el suministro esencial se mantiene”, dijo el portavoz principal del ejecutivo comunitario. Asimismo, la presidenta de la CE mencionó que una vez que “el virus se ha extendido por casi todos los países, cerrar las fronteras interiores no es necesariamente la mejor manera de frenar el contagio, pero al mismo tiempo los países han decidido con otro criterio para proteger a los ciudadanos. Lo que pedimos es que mientras se mantengan esas medidas los productos esenciales circulan para que la economía funcione correctamente”.
Los casos activos en China, epicentro de la pandemia, siguen en descenso: este martes, las autoridades han informado de un solo contagio local y 20 importados. Sin embargo, en países como Italia o España, los contagios siguen en ascenso.