Luego de que el joven afroamericano de 26 años, Rayshard Brooks, murió producto de un tiroteo con un policía blanco en Atlanta, Estados Unidos, la jefa de policía de la ciudad, Erika Shields, renunció al cargo.
De acuerdo con la información que ha trascendido en medios internacionales, y con un comunicado del Buró de Investigaciones de Georgia, Brooks fue tiroteado la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy’s en Atlanta, después de resistirse a ser detenido y pelearse con dos agentes.
Los hechos generaron indignación en los habitantes de la ciudad, pues suceden a menos de un mes del asesinato de otro afroamericano en Estados Unidos, George Floyd, lo que generó una ola de protestas en el país.
En ese sentido, la alcaldesa de Atlanta, la afroamericana Keisha Lance Bottoms, anunció en una rueda de prensa la tarde del sábado que la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields, había presentado su dimisión.
Asimismo, el policía, identificado como Garrett Rolfe, vinculado al caso, ha sido despedido este domingo, mientras que su compañero, Devin Bronsan, que participó en el forcejeo con la víctima, está de baja administrativa.
Esto, luego de que la Alcaldesa consideró que en las acciones no hubo “un uso justificado de la fuerza letal” y pidió “el despido inmediato del agente” en el marco de una serie de protestas por parte de ciudadanos y activistas locales.