La Fiscalía de Río de Janeiro ha presentado una denuncia contra el senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente, Jair Bolsonaro, por varios delitos, entre ellos el de malversación de fondos y lavado de dinero.
Los hechos se refieren a la etapa en que el actual senador era diputado en la Asamblea del Estado de Río de Janeiro (Alerj), entre 2003 y 2019. En todos esos años Flávio contó con la ayuda de un viejo amigo de la familia, el expolicía Fabrício Queiroz, pieza clave en toda la trama, que también fue denunciado. Queiroz era su principal asesor, el hombre de los recados y el encargado de organizar el llamado ‘esquema de las rachadinhas’.
Las “rachadinhas” fueron una trama en la que los asesores de manera irregular dan parte de su salario público a sus superiores, durante su etapa como diputado en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro entre 2003 y 2019.
En ella, también habría participado un amigo íntimo de la familia Bolsonaro, Fabrício Queiroz, policía militar en la reserva y que ejerció de asesor del hijo del presidente brasileño en la Asamblea carioca.
La Fiscalía ha denunciado que Flávio habría utilizado al menos 2,7 millones de reales en efectivo en la trama de las “rachadinhas”, en la cual los asesores nombrados por el hijo del presidente brasileño devolvían parte de su salario a Queiroz, considerado el operador de la organización. Algunos de estos asesores nunca llegaron a trabajar en la Asamblea de Río de Janeiro y son considerados por la Fiscalía como “trabajadores fantasma”, cuyos sueldos le eran transferidos a Flávio a través de una chocolatería de la que es dueño, pagos en efectivo y transacciones inmobiliarias.