1.- Que no se pierda de vista que el objetivo es transformar el país, que todo lo que va y vendrá, será para aportarle al proceso que tiende a elevar el nivel de vida de la sociedad, y sólo puede ser en el marco de la justicia social.
En ese sentido van las leyes que se aprueban en esta legislatura; las obras, las relaciones nacionales e internacionales, el combate a la corrupción, los programas asistenciales.
Una más: No es para mañana, es aquí y ahora; no se pospone nada, pues cada instante que pasa sin avanzar en la transformación, prosigue la injusticia, que, por casualidad neoliberal, siempre va contra los sin voz.
Si alguien pensó que la llegada de la actual administración al poder sería al puro estilo blanquiazul, se equivocó. Lo que se dijo en campaña, se cumple, por encima de las naturales resistencias y hasta saboteo de la derecha que ya tenía los formatos sólo con el cambio de nombre de presidente; los mismos machotes desde Miguel de la Madrid hasta el final del periodo de Peña Nieto.
El gobierno lopezobradorista les demostró que no eran palabras; que “por el bien de todos, primero los pobres”, no era slogan sino la realidad que se avecinaba; la intención es llevarla a la realidad, no está jugando.
El retardar su llegada al poder, el aguante de fraudes, injusticias, persecución del sistema, sólo sirvió para acentuar su deseo de sentar las bases para aliviar la situación de las víctimas de siempre, de los que han tenido que callar la muerte de sus luchadores sociales, ver a los hijos consumirse hasta morir de enfermedades curables, porque les dieron el remedio de la comadre cuando era apendicitis, porque sus estómagos estaban llenos, pero de parásitos, porque no había medidas de higiene, no por desidia, como sostiene la derecha, sino porque el agua que ya debía estar fluyendo a esas comunidades, no llegó; se pagó la obra que nunca se hizo; la autoridad la inauguró, teniendo como fuente del líquido una pipa que no salió en la foto; el agua que se regó, se secó en la superficie árida; no hay ni para beber.
Parafraseando a María Antonieta: “¿No hay agua?, que tomen refrescos”.
Este gobierno no llegó para que los privilegios de uno, pasen a otro, sino acabar con ellos.
Aquí se trata de transformar las realidades descritas, por la elemental humanismo, ya no digamos por obligación gubernamental de sacar de la pobreza extrema a millones de mexicanos, para enseñarles que sí es posible comer tres veces al día, dejar de morir por enfermedades curables, enviar a los hijos a la escuela, es decir, darles el trato humano que la derecha prianista y la oligarquía les negó siempre.
Durante la colonia se les dijo a los nativos que la gran voluntad de dios dictaba su vida, pero que en el cielo recibiría la recompensa, y hasta les daba la venganza: “primero pasaría un camello por el ojo de una aguja que un rico entrar al reino de los cielos”; los que sabían la verdad sólo se carcajeaban; se lo agradecían a los curas con generosas limosnas, producto del saqueo que se hizo sobre el territorio americano, tanto que, se dice, “con la plata que se extrajo, alcanzaría para hacer un camino de ida y otro de vuelta de aquí a España”, lo que, al final, fue el menos peor de sus crímenes, ¿o ya se les olvidaron las tantas violaciones y el genocidio con la espada, y la cruz por delante?.
En el neoliberalismo se estiló asegurar que el único triunfo es la cuenta bancaria, casas y coches, y que si no se accedía al bienestar era porque no trabajaba, por flojera o vicio.
Sin embargo, las inmensas fortunas se labraron al amparo del tráfico de influencias, por la corrupción y no por el trabajo serio y honesto. Cuando se producía la quiebra, el gobierno listo al rescate; Fobaproa es un ejemplo; el rescate de los ingenios, y hasta se habla de que la expropiación de los bancos, por López Portillo, sólo sirvió para inyectar capital y se los regresaron, así que nadie puede hablar de la eficiencia de la iniciativa privada. En no pocos casos, sus torpezas y mal manejo de fondos, ocasionaron quiebras y sus rescates.
Reitero, para que nadie lo olvide, la transformación es el objetivo, va derecho y no se quita.
Quienes sigan en la necedad de impedirlo, no saldrán bien librados.
Ir en contra de la evolución no es lo aconsejable; revisen la historia; les tiene respuesta a los necios.
2.- La marcha puso en evidencia un aspecto que es fundamental; aquí no se paga un peso, se acude y se hace con alegría.
No se rompió un solo cristal; las provocaciones de Lozano no fructificaron. Fracasó. Su objetivo era que agredieran a quienes estaban en las casas de campaña para tomar los videos y darles la vuelta al mundo.
Lozano, si pagó a infiltrados para que generaran violencia, que le devuelvan el dinero; nunca tuvieron oportunidad de actuar.
La evidencia es que las casas de campaña se abandonan paulatinamente; tan fracasa Lozano que Claudio X González entró al quite, tomó un logo de tintes pinochetistas para su campaña desestabilizadora.
Por cierto, la constitución de Pinochet fue sepultada por el pueblo chileno por amplia mayoría. Un día no habrá un solo chileno que no lo repudie.
3.- El Partido Encuentro Solidario, propiedad de Hugo Érick Flores, tendrá como presidente en Morelos al hermano de Cuauhtémoc Blanco, gobernador de la entidad, Ulises Bravo, y Priscila Espina como secretaria general; la secretaria general en Guerrero será Marisela Ruiz Massieu, hermana del ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu. A nivel nacional, Hugo Érick al frente y la secretaria general será Alejandrina Moreno Romero. Entre chapulines y hermanos incómodos te veas.
4.- Cambios en el gabinete de Andrés Manuel. Tómelo con reservas, pero parece que Marcelo Ebrard va a Gobernación, sustituyendo a Olga Sánchez Cordero; Hugo López Gatell a Salud, por Jorge Carlos Alcocer Varela, y Raquel Buenrostro a Hacienda, en lugar de Arturo Herrera Gutiérrez.