La mañana de este jueves, trascendió en algunos medios la noticia sobre el abandono de una maleta con los restos de un joven de tan sólo 14 años de edad, en calles de la colonia Guerrero, demarcación Cuauhtémoc de la capital del país.
Horas más tarde la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), daba a conocer los avances que se tenían hasta el momento de los hechos, en donde anunciaban la detención de dos adolescentes, así como la identificación de la víctima, tras diversos análisis periciales y el reconocimiento de ley por parte de los familiares.
La víctima era Alessandro, un joven futbolista de tan sólo 14 años de edad, quien el pasado martes 10 de noviembre, luego de ir a su entrenamiento en las inmediaciones del Deportivo Ing. Eduardo Molina, aproximadamente a las 9:00 de la noche, caminaba rumbo a su casa en Grabados, acompañado de un amigo.
Entre las calles de Paileros y Vulcanización en la colonia 20 de Noviembre, de la alcaldía Venustiano Carranza, los jóvenes fueron interceptados por unos hombres armados. Según testimonios de algunos vecinos de la colonia, los hombres subieron al menor Alessandro a un coche blanco, mientras que su acompañante corrió a pedir ayuda hasta una tiendita de conveniencia, y desde ahí se hizo el llamado correspondiente a las autoridades, así como a los familiares de la víctima.
Pese a que la propia Fiscalía no quiso dar más información sobre los hechos por respeto y la protección a los familiares de la víctima, lo calificó como un “secuestro agravado”. Hasta ahora se sabe que a los presuntos responsables del abandono de la maleta, les pagaron 2 mil pesos, por lo que fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público quien se encargará de seguir con la carpeta de investigación.
Tras el terrible crimen, la tarde de este jueves, colegas, compañeros, vecinos y amigos de Alessandro, se dieron cita en la avenida Eduardo Molina, (Eje 3 Oriente) en la entrada del Centro Deportivo con el mismo nombre, para realizar un pequeño bloqueo en la circulación en protesta del atroz crimen.
Alrededor de las 16:00 horas, compañeros del Club de Fútbol Tlatelolco, amigos y conocidos de la víctima, así como vecinos y personas que frecuentan el deportivo, se congregaron en el lugar llenos de indignación e impotencia, con el fin de exigir justicia para el menor, así como para solicitar al Gobierno Capitalino una mayor seguridad en los alrededores.
“Que hagan su desmadre los narcos, lo que sea, nos vale madre, pero que respeten la vida de nuestros niños. Aquí el Barrio nos respeta a todos, siempre ha respetado a los deportistas. No se quien haya hecho esto pero ya está en manos de la justicia”, externaba un conocido de Alessandro, quien lamentó lo sucedido.
“Lo que pedimos los papás es que los niños vengan (al deportivo) solos, pedimos seguridad. Nunca había sucedido esto en el (Centro Deportivo) Eduardo Molina, adentro tenemos toda la seguridad, porque le echamos huevos todos los profesores ahí. Pero ¿afuera? La justicia que haga su trabajo, nosotros queremos garantías para nuestra gente por parte de seguridad pública”, resaltó el hombre.
Recalca: “No queremos desmadre, no queremos afectar a nadie, simplemente la seguridad de la gente. Que llegues seguro a hacer deporte. No que llegas y ya no está tu hijo. Está cabrón”.
Luego de un rato, la gente que asistió al bloqueo, se agrupó para caminar hacia el domicilio del joven futbolista que logró llegar a pruebas en la Sub-13 del Cruz Azul, y quien en palabras de su entrenador que lo conoce desde ya hacía un tiempo, era “un niño sano, muy tranquilo, que no se metía en problemas, de la casa al deportivo y del deportivo en a su casa, siempre en su bicicleta”.
“Yo lo quería mucho, era mi chavo, lo apoyaba en lo que quería lograr”, resaltó el entrenador, quien recuerda con mucho cariño a Alessandro, portero que jugaba para el Club de Fútbol Tlatelolco en 3ra división, pero que, sobre todo tiene una gran indignación e impotencia de que ya no habrá un futuro para esa joven promesa en el balompié.
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Entre las calles de Paileros y Vulcanización, en medio de vítores y aplausos, integrantes del Club de Fútbol Tlatelolco, así como personas a quienes les impactó y dolió la pérdida de Alessandro, tomaron el camino que pretendía seguir el menor para llegar hasta la calle de Grabados, su domicilio.
Casi a las 17:00 horas, el clima estaba templado con pequeñas rafagas de viento, pero no se sentía el frío. Entre la pasarela de gente, que muchos de ellos eran jóvenes y niños, se podía percibir un ambiente sombrío, triste. Había un vacío.
Y así caminaron sobre todo Paileros, gritando: “Justicia para Sandro”. Cruzaron por Tipografía, Sericultura; entre aplausos llegaron a la esquina de Rotograbados, atravesaron por Marmolería, Litografía, Horticultura, y llegaron a Grabados, ahí dieron la vuelta con dirección a Hortelanos y al llegar a la esquina, se detuvieron a organizarse.
Antes de cruzar hasta donde se encontraba un zaguán blanco abierto de par en par, dieron un conteo para iniciar una porra en memoria de Alessandro, el menor al que lastimosamente fue víctima de un crimen, que en México, y en especial en la zona ha tenido un incremento.
Cerrando completamente el paso de la calle, frente a la casa donde esperaban el cuerpo del difunto, las personas acompañaban a la familia en su luto, y a manera de homenaje realizaron un minuto de aplausos, al tiempo en el que gritaban a coro la palabra “Justicia”.
Con semblantes tristes y llenos de lágrimas, los familiares de la víctima recibían la muestra de apoyo de quienes en vida compartieron un momento con Alessandro. Adentro adornado con las típicas flores, en sillas color negro esperaban algunos de los familiares más cercanos, entre ellas la madre del niño, quien no quiso salir, no por grosería sino porque su pena era tan grande como su amor de madre.
El padre, aunque con un semblante fuerte, sus ojos enrojecidos por el llanto, demostraban el dolor que sentía. Con voz entrecortada agradeció a los presentes, mientras recibía abrazos de los que se acercaban a dar el pésame.
“Toda su vida estuvo entrenando”, comentaba alguno de los conocidos de “Sandro”, nombre que le daban de cariño. “Yo sólo veía que iba y venía, siempre con su bici”, “No puedo hablar, me siento tan enojada, tan impotente, me duele mucho”, “No es justo era un niño de bien, de casa”, son solo algunas de las frases que trascendían de entre los murmullos.
“Acababa de debutar el viernes de la semana pasada, era la jornada 5 del torneo, inició de titular y este fin iba a repetir, se estaba consolidando como portero titular del equipo”, detalló con lágrimas en los ojos su entrenador y amigo Walter, quien jamás se imaginó que ese martes sería el último que vería la sonrisa del joven.
Cabe destacar que la Ciudad de México, en últimos días se han registrado una serie de asesinatos violentos en su mayoría contra menores de edad, como el caso de los dos niños indígenas de origen mazahua localizados cuando intentaban transportarlos en un diablo de carga en calles del Centro Histórico, o al infante ubicado sin vida en la Gustavo a Madero.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), destaca que estos casos no están relacionados, sin embargo, se presume que todos estos crímenes fueron cometidos por integrantes de grupos criminales que operan en la zona.
