Debido a que las agresiones a mujeres con alguna sustancia ha ido en aumento desde el 2010, la diputada petista Margarita García García plantea considerar este tipo de ataques entre los tipos de violencia contra las mujeres.
En este sentido, propone reformar el artículo 6 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, puesto que las agresiones con sustancias puede dejar desfiguradas, ciegas o lisiadas a las víctimas.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Igualdad de Género para su análisis y dictaminación, establece que entre los tipos de violencia contra las mujeres, el uso de algún tipo de sustancia, en este caso el ácido, es de los más agresivos.
Para su fundamentación, la diputada explicó que el ataque con ácido hacia las mujeres no está propiamente tipificado en esta ley, a pesar de que estas agresiones han crecido en el país. “Se tiene documentado, que en 2010 ocurrió el primer ataque con ácido hacia una mujer; también hubo en 2012, 2014, 2015 y 2017, uno por año. Hacia 2018 se incrementaron a cinco; en 2019 se confirmaron tres, y uno en 2020”, detalló.
“Se considera que el ataque con ácido como arma es un tipo de violencia premeditada, en donde las mujeres jóvenes son las más vulnerables, ya que la finalidad de estos ataques es el de desfigurar, lisiar o cegar a la víctima”, resaltó la legisladora.
Además, “el daño físico que deja un ataque con ácido son quemaduras que se limitan a la extensión en donde cayó la sustancia, aunque este tipo de heridas producen necrosis, lo que quiere decir que el tejido alcanzado por la sustancia muere”.
Aunado a ello, las cirugías reconstructivas a las que las víctimas se someten se deben hacer en diferentes tiempos. Éstas son dolorosas, y el daño físico es muy grave, ya que deja secuelas estéticas y funcionales, a lo que se agrega el daño psicológico y económico que les genera.
“Somos la Legislatura de la Paridad de Género, tenemos la responsabilidad de dejar un marco normativo fortalecido en favor de las mujeres, no debemos dejar que ningún tipo de violencia pueda atentar contra la integridad física o moral de una mujer”, enfatizó.