1.- Poco a poco se avanza; las dificultades surgen; los intereses creados no dejan de ser el dique que quiere contener los avances sociales; la resistencia es más severa en razón directa al beneficio que representa a los olvidados, pero eso ya se sabe, se ha sabido de siempre, así que ni se vale quejarse, ni arredrarse, así que, adelante, con la vista fija en los objetivos, con hechos y argumentos para transformar esta realidad que no es la que debe ser, pues no es justa, pero, como el Cándido de Voltaire, “aremos nuestro huerto”.
Ese huerto tiene frutos, una educación progresista que inicie en el análisis, crezca con la crítica individual hasta llegar a la general, vaya a la propuesta y culmine en los hechos, dejando atrás la resiliencia, impuesta en el neoliberalismo como camisa de fuerza para no salir de los esquemas preestablecidos, sino como una adaptación a las circunstancias, que se sea capaz de sobrevivir en el angustiante universo de las carencias y la injusticia.
La educación debe ser para la vida en proyección, emancipadora y transformadora, que sea progresista, basada en la justicia social, que brinde herramientas para hacer las cosas pensando en el colectivo, en el bienestar generalizado, en elevar el nivel de vida en el país, pensando en la justa distribución de la riqueza para que la brecha financiera vaya estrechándose hacia arriba, donde la fuerza laborar reciba la retribución directamente proporcional al esfuerzo y a los resultados, que, al entregar dividendos, vayan hacia los que los produjeron, en el binomio de capital y trabajo, en el entendido de que el capital, así sea inacabable, no genera, por sí solo, un céntimo, mientras que el trabajo sí lo puede hacer; ahora bien, si se concatena el capital y el trabajo, y se actúa con estricto apego a la justicia, desembocará en el bienestar, no sólo en lo económico, sino en lo social, entre lo que se encuentra la seguridad, porque, al haber satisfactores, se abate, por obviedad, la inseguridad, porque ante todo lo escrito viene un elemento esencial, los valores, y el primero sería el respeto hacia sí y los demás, entender que todo está permitido siempre y cuando no te perjudique ni tú ni los otros, que el respeto que exiges es similar al que es de otros, en una reciprocidad, con especificaciones y excepciones propias de cada quien.
Por ello, cuando se habla del relevo, del ingreso de la señorita maestra Delfina Gómez, se tiene la certeza de que se avanzará en este rubro hacia una educación que contemple la vida en proyección, que, sin violentar los derechos de los docentes comprometidos, lleve el objetivo de preparar a las futuras generaciones en tres rubros impostergables: la justicia, la igualdad y la equidad, para lo cual serán sustanciales la comprensión lectora, el razonamiento matemático, el encuentro con las ciencias (sociales y naturales); un idioma en jardín de niños y primaria, y un segundo en secundaria; informática, aprender un oficio y economía doméstica para la solución de dificultades cotidianas en las casas.
La educación física y las artes para generar un cuerpo sano, y el arte para desarrollar la sensibilidad y descubrir vocaciones, no sólo en la literatura, sino en la música, las artes plásticas, la danza, para apreciar lo que alrededor está, para capturarlo y plasmarlo en el cuento, la novela, la poesía, el teatro, pintura y música, con el canto y aprender a tocar los instrumentos musicales, es decir, poner sustancia a la educación, pasión y vida plena
Si alguien piensa que es muy ambicioso, podría decir que sí, para el estado que guarda la educación ahora, en el status quo, el inmovilismo y lo tradicional, pero cuando se mira alrededor, vibra la injusticia, es evidente que en algo se está fallando, seguramente en mucho, por lo que se tiene que corregir, y ésta es la hora, se vive el gobierno que se buscó, hay apertura y existe la voluntad y las acciones encaminadas a transformar al país; no se esperó tanto para llegar y dejar pasar la ocasión, y la maestra debe saber que le espera un gran reto, con la ventaja de una mayoría de docentes comprometidos, los padres de familia, con la pandemia, se dieron cuenta de lo importante de su papel, y el alumnado avanzó en el autodidactismo y en el ciclo 21-22 vendrán los resultados; verán.
2.- Cienfuegos ya debe saber usted que hay preguntas que debe contestar, empezando por la desaparición de los 43 normalistas, lo del caso Tlatlaya y otras más. Yo en su lugar ofrecía respuestas sin que me las pidieran, sin sentarme en la silla de los acusados, en una conferencia de prensa abierta, franca, con el tiempo que sea necesario, y luego presentarse ante el MP, como una oportunidad que le brinda la vida de reivindicarse. Para muchos, usted es culpable de lo que se le acusa; usted tiene la palabra.
Quedarse callado le salvará de preguntas incómodas, pero siempre será usted visto como responsable de una serie de delitos, empezando con las notas del narco.
Puede guardar silencio, en su refugio, en su atmósfera, pero siempre será visto como culpable.
3.- La Gordillo no pagará impuestos de diversas cantidades. Ya nada más con el monto sería suficiente para que se sospechara que algo turbio tuvo usted que hacer para alcanzar tanto dinero, aunque para los cínicos fue bien ganado. Los juicios no iniciaron en este sexenio; lleva mucho tiempo y los errores que se cometieron en el arranque de la investigación dejó estos frutos podridos.
Raúl Salinas también estuvo en la cárcel, pero de su dinero, ni un centavo se le tocó.
4.- De Morelos, un alcalde, Antonio Villalobos, de Cuernavaca en un proceso, con su ex titular de protección civil en la cárcel; otro, Agustín Alonso, de Yautepec, ligado con el señor de las ligas, René Bejarano, y en donde el crimen encajó el diente; cuando menos cuatro esta semana, uno de ellos el comisariado ejidal, este sábado, y en pleito franco con el Cuauh, más en un duelo de vanidades y querer sacar raja electoral que en razón de justo reclamo; el ex alcalde de Jiutepec, Manuel Agüero, que tiene que ir a firmar para conservar su libertad; la necedad del diputado federal, Jorge Argüelles, jefe de la bancada del PES en la Cámara de Diputados, necio en obligar a Morena que vaya en alianza con él, cuando los morenistas han mostrado su rechazo por el propio candidato –hoy más que nunca alejado de la población- y por representar al gobernador, Cuauhtémoc Blanco, ausente, omiso y con el estado no puede, no quiere, no le interesa.