En diciembre, la Secretaría de la Función Pública (SFP) recibió una denuncia anónima que acusaba a la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado, y a Javier Jileta, ex director general de Vinculación con Organismos de la Sociedad Civil, por realizar una vacunación clandestina contra el Covid-19, para el beneficio de algunos trabajadores de la Cancillería.
De acuerdo con el portal Latinus, dichos funcionarios operaron un centro clandestino, y lo hicieron pasar como un “voluntariado del ensayo clínico” de la vacuna desarrollada por la empresa CanSIno; para vacunar a diversas personalidades importantes de la Cancillería.
Por su parte, Martha Delgado, subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, negó categóricamente las acusaciones en su contra, y recordó que “una vez que las vacunas tocan suelo mexicano, la Cancillería no tiene injerencia alguna en el manejo de las mismas”.
“Vale la pena recordar que el trabajo de la Secretaría de Relaciones Exteriores se ha limitado a realizar las negociaciones multilaterales y bilaterales con organismos internacionales, gobiernos nacionales y farmacéuticas para la adquisición de una vacuna contra el Covid-19 y el aterrizaje de algunas Fases III de estudios clínicos en México. Una vez que las vacunas tocan suelo mexicano, la Cancillería no tiene injerencia alguna en el manejo de las mismas”, se lee en un comunicado expuesto en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, pidió que se realicen las correspondientes investigaciones para transparentar el traslado y la gestión de las vacunas contra el Covid-19, desarrolladas por la farmacéutica CanSino.