Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, informó que el 71% de los adultos mayores están dispuestos a recibir la vacuna en contra del COVID-19, mientras que 22% no aceptaría ser inmunizada y un 11% quiere la vacuna, pero no tiene forma de trasladarse a un centro de salud.
En conferencia de prensa vespertina, el funcionario precisó que estos datos preliminares corresponden a la encuesta telefónica realizada por la Secretaría del Bienestar, que tuvo como fin conocer el porcentaje de adultos mayores que no desean la vacuna, así como los que tendrán complicaciones para movilizarse y recibirla. Además, la información se integrará a la operación logística de las brigadas “correcaminos”.
Sobre las personas que declararon no querer la vacuna, López-Gatell apuntó que se intentará persuadirlos dándoles información sobre la importancia de la vacunación para proteger a sus familias, en tanto que existe un alto riesgo de mortalidad en las personas adultas mayores en contraste con las más jóvenes.
Por otra parte, desmintió que se vaya a condicionar la vacunación con el pago de pensión para adultos mayores.
“Desde el inicio dijimos que la vacunación es voluntaria. Y no existe razón alguna para pensar que el condicionar el beneficio social, que hoy ya es un derecho consagrado en la Constitución, de la pensión a los adultos mayores, es un mecanismo de persuasión para que se vacunen, no tiene nada que ver una cosa con la otra. De hecho el operativo correcaminos no es un operativo de la Secretaría del Bienestar, sino del Gobierno de México”, explicó.
Agregó que un 2% de las personas incluidas dentro del censo de adultos mayores habían fallecido por COVID-19 u otras razones.