El expresidente francés Nicolas Sarkozy, cuyo mandato abarcó de 2007 a 2012, fue condenado este lunes a tres años de cárcel, uno de ellos firme, por corrupción y tráfico de influencias.
La fiscalía había solicitado una pena de cuatro años de prisión, dos de los cuales firmes, alegando que la imagen presidencial se había visto “afectada” por este caso.
Tras las acusaciones de este “Pacto de Corrupción”, la corte condenó, además, a una pena similar al abogado del expresidente, Thierry Herzog, a quien impuso, adicionalmente, cinco años de inhabilitación para ejercer la abogacía, así como al alto magistrado Gilbert Azibert.
Las penas son algo inferiores a lo que había reclamado la Fiscalía, que pedía dos años de cárcel firmes contra los tres acusados.
El llamado “pacto de corrupción” salió a la luz en conversaciones telefónicas intervenidas por la policía en 2014, entre Sarkozy y su abogado, en las que se desprendía que habían contactado a Azibert, entonces miembro del Tribunal Supremo, para obtener información sobre otra causa abierta contra el expresidente, quien según había aceptado pagos ilegales de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, por su exitosa campaña presidencial de 2007; a cambio de la información, se ayudaría al magistrado a lograr un puesto en Mónaco.
La sentencia recoge la “particular gravedad” del delito cometido por Sarkozy por su condición de expresidente, que “se sirvió de su cargo y de sus relaciones” para “su interés personal”, lo que llena de descrédito un cargo que, por la Constitución, le otorga el poder de equilibrio de la Justicia.
Además, recoge el veredicto, Sarkozy, convertido ahora en el primer exinquilino del Elíseo sentenciado a una pena de cárcel, debía conocer las infracciones cometidas por su condición de abogado de formación.
El veredicto fue también duro contra Herzog, uno de los más reputados abogados de París, y contra Azibert, a quien acusó de “desacreditar una profesión cuya función es básica en la democracia”.
La histórica condena a Sarkozy, que puede apelar la sentencia, se produce dos semanas antes de que se abra otro proceso en el que está implicado el expresidente, el de las presuntas irregularidades sobre la financiación de su campaña para las elecciones presidenciales de 2012.
Sarkozy, de 66 años, es el primer ex presidente de Francia desde la instauración de la Quinta República (1958) en sentarse físicamente en el banquillo de los acusados. Antes de él, solo Jacques Chirac, su antecesor y mentor político, fue juzgado y condenado por malversación de fondos públicos cometida cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte.
Además, siguen en proceso de instrucción la de financiación de su campaña presidencial de 2007 con dinero libio y su nombre aparece también en las investigaciones sobre una indemnización pagada al exministro y empresario Bernart Tapie sobre el encargo de encuestas sin concurso público en su etapa en el Elíseo o en las ventas de helicópteros a Kazajistán y de armamento a Pakistán.
Con información de AFP, EFE, Reuters, DW.