Petróleos Mexicanos (Pemex) y el gobierno federal anunciaron que han prescindido de los servicios de Fitch Ratings para calificar a la paraestatal tanto a nivel global como local.
En comunicado, el gobierno explica que esta decisión “obedece a la optimización en la contratación de servicios de calificación de valores adoptada por Pemex para hacer frente al complejo contexto económico actual.
Asegura que “esta decisión no representa ningún obstáculo o riesgo para futuras emisiones de valores de Pemex, ya sea en el mercado nacional o internacional, toda vez que la empresa seguirá contando con los servicios de calificaciones crediticias necesarios que exige el marco regulatorio nacional e internacional para la emisión de valores, proporcionado con ello certidumbre a los inversionistas”.
El escalón donde se encuentra la nota crediticia de Pemex, es decir, BB-/perspectiva estable, indica “una elevada vulnerabilidad al riesgo de crédito, particularmente en la eventualidad que se presenten cambios en las condiciones de la economía y los negocios”.
Fitch, como otras agencia de calificación de riesgos, ha señalado el continuo deterioro crediticio de la compañía, su gran dependencia al Estado mexicano y su poca flexibilidad al entorno actual, como parte de sus debilidades.
“El perfil crediticio individual de Pemex refleja su flexibilidad limitada para navegar en la recesión en la industria del petróleo y del gas dada su carga fiscal elevada, apalancamiento alto, aumento en costos y altas necesidades de inversión para mantener la producción y reponer las reservas”, dijo Fitch en su último reporte de calificación de la petrolera en abril pasado.
Pemex seguirá siendo calificada por las empresas S&P (BBB negativa), Moody’s (Ba2 negativa) y la firma mexicana HR Ratings (BBB+ negativa).