Este lunes, el Embajador de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente reprobó la crisis que desde hace una década se vive en Siria, debido al conflicto armado que sufre el país. En tanto, afirmó que la inacción y e incapacidad internacional para ponerle fin es una complicidad innegable.
El Embajador aseguró que el mundo está en deuda con los menores sirios que sufren violencia en su país y que “cada segundo que pasa, este Consejo de Seguridad es cómplice de la inacción o de la incapacidad para poner fin a este conflicto tan vergonzoso. Los responsables de las atrocidades que ha vivido la población siria deben rendir cuentas; la reciente sentencia de culpabilidad por crímenes de lesa humanidad emitida por un tribunal alemán en el caso de un ex oficial sirio, muestra los alcances del peso de la Ley. Esperamos que se apliquen nuevas sentencias ahí donde hubo delitos”.
“Diez años en los que hemos atestiguado una crisis de graves consecuencias para la humanidad, una década en la que la comunidad internacional y este Consejo en particular, hemos fallado al no cumplir con preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, que es la premisa sobre la cual se erige la carta de la ONU”, añadió el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde nuestro país es miembro no permanente este 2021.
Asimismo, recalcó que “el costo humano y económico resultan inadmisibles; la tarea de este Consejo y de la comunidad internacional sigue siendo la misma: poner fin a la violencia en Siria de una buena vez. Después de diez años en la que los civiles han pagado el precio, es evidente que la vía política es la única que puede poner fin al sufrimiento de millones de personas”.
Por tanto, enfatizó la iniciativa franco-mexicana dentro del Consejo de Seguridad de la ONU: el veto no puede ser utilizado cuando se trata de poner fin a la comisión de atrocidades
“Reiteramos nuestro llamado para que los participantes en el proceso político facilitado por el enviado especial, se involucren de manera constructiva para alcanzar un acuerdo que materialice la paz del pueblo sirio”, señaló.
“Somos conscientes de las consecuencias que el conflicto ha traído a mujeres, niñas y niños. En tanto, recordó la historia de Yusra Mardini, quien a sus 17 años, formó parte del primer equipo olímpico de refugiados y en su viacrucis por el Mar Mediterráneo, debió nadar arrastrando la balsa que se quedó varada a mitad del camino. “Es el ejemplo de la fortaleza y la determinación del pueblo sirio, de los que han buscado refugio fuera de su país y de quienes aún permanecen ahí”, dijo en su discurso.
Lo trágico, indicó el Embajador, “es que miles de mujeres y niñas no logran escapar del conflicto como lo hizo Yusra: ellas siguen siendo víctimas de distintos tipos de violencia de género y de violación a sus Derechos Humanos. Muchas de ellas desconocen el paradero de sus hijos, esposos, padres o hermanos: más de 12 mil menores de edad han muerto o resultado heridos en esta década mientras que la mayoría de las niñas y los niños sirios requieren asistencia humanitaria”.
En tanto, enfatizó que son alarmantes los recientes hallazgos sobre las detenciones y las desapariciones forzadas perpetradas en Siria desde 2011, y dijo, “exigimos sean liberadas todas aquellas personas detenidas arbitrariamente, así como se esclarezca a la brevedad las desapariciones forzadas que se han denunciado”.
“Al no haber solución militar al conflicto, México reitera su preocupación por el abuso de algunos Estados, al invocar el artículo 51 de la Carta de la ONU para hacer uso de la fuerza sin contar con la autorización para ello de este Consejo”, sentenció de la. Fuente.
El artículo al que hace referencia el funcionario mexicano, estipula: “Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales”.