La adaptación y recreación de los distintos tipos de relaciones económicas y políticas, así como de las prácticas religiosas y culturales de las civilizaciones de Mesoamérica y de Occidente, será el eje de la exposición digital Mestizaje. 500 años de encuentro, la cual abordará además las diversas manifestaciones artísticas que los pueblos originarios aún realizan y son fruto de esa unión.
La exhibición, iniciativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su representación en Oaxaca y de la Zona Arqueológica de Monte Albán, y del Instituto de Intercambios Culturales y Educativos de México (IICEM), estará compuesta por 20 piezas, como la talla de figuras en madera, textiles, plumaria, hojalata y óleo sobre tejido en palma, y se inaugurará en octubre próximo, a través de la página oficial del sitio patrimonial en Facebook.
El director de la zona arqueológica, David Andrade Olvera, explicó que uno de los compromisos del INAH es la relación con los pueblos originarios y sus expresiones artísticas, las cuales son herencia de una larga tradición cultural, como el caso de los de Oaxaca, misma que los especialistas de la institución estudian para saber su profundidad histórica y preservarlas como parte del patrimonio cultural de México.
En este sentido, detalló que un grupo de artistas, coordinado por el IICEM, se acercó al sitio arqueológico con el interés de unirse a esta exposición relativa al contacto cultural. A partir de ese momento, se les ha asesorado y apoyado para que el público conozca sus obras desde el inicio de los procesos creativos. Así, a través de cápsulas, que ellos mismos graban, explican su quehacer como artesanos. Al tiempo que la zona arqueológica organiza conversatorios, transmitidos por su página en Facebook, en los que se presentan esos videos.
Cada mes se realizan estas reuniones digitales, en las que se ahonda en la labor artística de los maestros artesanos. En marzo tuvo lugar la mesa redonda “Arte y mestizaje en Mesoamérica. Diálogo entre maestros artesanos y arqueólogos”; en abril, una demostración de la elaboración de alebrijes tallados en madera; en mayo se mostró la labor del arte plumario y se celebró el conversatorio “Arqueólogos dialogando: la relación hombre y fauna.
A los artistas, añadió Andrade Olvera, no solo les interesa el acabado final de sus obras y su exposición para ser adquiridas, sino también profundizar en tópicos como el pensamiento religioso de las culturas prehispánicas, sus lenguas y tradiciones o la fauna existente antes y después del contacto con los españoles.
A su vez, el director de estrategia y enlaces del IICEM, Gabino Héctor García Cruz, explicó que, debido a la contingencia sanitaria por la COVID-19, los talleres artesanales en Oaxaca dejaron de percibir más de 80% de ingresos, lo que ha impactado gravemente en sus economías, por lo que la exhibición busca llevar el arte oaxaqueño al mundo, a través de las redes sociales y, cuando sea posible, de acuerdo a los semáforos epidemiológicos, de manera presencial.
“Buscamos difundir las manifestaciones artísticas y contribuir a su recuperación económica, de ahí la idea de realizar la muestra virtual de las piezas, cuya labor creativa se ha ido develando desde abril, a través de talleres que se transmiten por Facebook, con la idea de generar interés en los internautas y que estén atentos al término de las obras, así como de la exposición”.
Indicó que el título de la exposición, Mestizaje, alude al encuentro de ambas culturas, a la mezcla entre las creencias, prácticas y tradiciones. “Por ejemplo, los textiles, anteriormente se fabricaban con algodón, a la llegada de los españoles, quienes traían ovejas, se empiezan hacer con lana”.
Se eligió a cinco artistas que muestran los procesos que conllevan sus piezas: Isaías Jiménez Hernández, del taller El Tallador de Sueños (tallas de madera), de San Antonio Arrazola; Iván Cruz López, del Taller Buidoo Xtera Duub (arte plumario), de Villa de Zaachila; Wilmer Vásquez, del taller artesanal de la familia Vásquez (tapetes de lana), de Teotitlán del Valle; José Luis García Cruz, artista plástico de óleos sobre tejido en palma, de Santa Cruz Xoxocotlan, y Tirso J. Cuevas, artista de hojalata, de la ciudad de Oaxaca.
Ellos elaborarán 20 piezas, las cuales ya están en proceso: siete guerreros mesoamericanos y la misma cantidad de españoles, dos obras principales con la representación de Quetzalcóatl, y cuatro para pared (dos óleos sobre tejido en palma y un par de escudos mesoamericanos en arte plumario).