México, en colaboración con naciones como Venezuela, Panamá y Costa Rica, promovieron el proceso de pacificación en Centroamérica, en particular en El Salvador, país que ha transitado del conflicto armado a la paz, y a ser parte de una zona estratégica.
Adalberto Santana Hernández, académico del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, expresa lo anterior a propósito del trigésimo aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec entre el gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Contenidos en 81 páginas y firmados el jueves 16 de enero de 1992, pusieron fin a 12 años de guerra civil que permitió la desmovilización de las fuerzas guerrilleras y su incorporación a la vida política del país.
En ese año sucedía un conflicto en Centroamérica, alentado por los Estados Unidos, y en El Salvador había dos fuerzas principales: “las que encabezaba el gobierno de dicho país a través de militares y su ofensiva contrainsurgente, (también conocida como guerra de baja intensidad); y, por el otro lado, las fuerzas insurgentes del FMLN, que agrupaba a algunos sectores de la izquierda salvadoreña”, recuerda el experto.
El también miembro honorario de la Academia Hondureña de Geografía e Historia, así como de la Cátedra “Carlos Rafael Rodríguez”, de la Universidad de Cienfuegos en Cuba, destaca que en la actualidad el escenario salvadoreño cambió a partir de la firma de la paz, efectuada en México.
“Particularmente quedaron dos fuerzas después de la firma de los acuerdos. Por un lado se legitimó y participó ya legalmente en un proceso electoral el FMLN como partido político; y el otro sector, que estaba en el gobierno y que siguió durante un buen número de años, fue la Alianza Republicana Nacionalista, que eran los dos bloques enfrentados”, explica.
Como se sabe, refiere Santana Hernández, después gobernó el FMLN, pero hoy en día ambas se disolvieron o perdieron la gran energía que tenían en otro momento, y surgió un exdirigente del Frente que encabeza un nuevo movimiento: Nayib Bukele, quien hoy gobierna.
Además, destaca el universitario, su partido tiene el control de la cámara y también ha modificado la correlación de fuerzas en el sistema judicial, lo que da una hegemonía de tercera alternativa.
“Esto ha generado un movimiento en El Salvador que ha transformado todas las instituciones, aun cuando siguen prevaleciendo algunas situaciones sociales como el proceso migratorio, las Maras. Es un país agroexportador, que basa su economía en eso, y ha entrado en un proceso de pacificación, lo que retrata la diferencia en la región centroamericana de lo que era hace 30 años”, añade.
Aquel escenario bélico de tres décadas atrás, afirma el también Coordinador del Consejo Académico del Área de las Humanidades y de las Artes de la UNAM, fue alentado por el entonces gobierno estadounidense.
“Desde 1823 Estados Unidos se ha propuesto con la política de ‘América para los americanos’, intervenir en asuntos de las naciones de Centroamérica, porque es un área estratégica, en dicha zona ha ejercido guerras y conflictos independientemente de quien gobierne en ese país”, concluye.