Ante la resolución de un juez de frenar la venta de Banamex por el caso Oceanografía, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su administración facilitará trámites para la transacción, porque “les interesa que salga todo bien”.
“Vamos a estar pendientes y si es necesario, pues vamos a solicitar la intervención del Poder Judicial con el propósito de que se resuelvan asuntos legales”, anotó el mandatario nacional.
El presidente reclamó que Oceanografía fue una empresa predilecta en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, y recibió “muchísimos” contratos por asignación directa, con el apoyo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“Estamos saliendo del pantano, del fango de la política neoliberal o de pillaje”, declaró López Obrador y recordó que el titular de la firma naviera regalaba relojes de hasta 1 millón de dólares.
El mandatario reiteró su intención de que el banco se mexicanice, que quede en manos de empresarios mexicanos, y que la transacción pague los impuestos correspondientes al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Más adelante, el titular del Ejecutivo Federal leyó el fragmento de uno de sus libros donde acusa a los sexenios del Partido Acción Nacional (PAN) de beneficiar sistemáticamente a Oceanografía con asignaciones públicas.
El dueño de Oceanografía, Amado Yáñez, disfrutaba una vida de privilegios entre yates de 250 millones de dólares, relojes de alta gama y fiestas en Miami, acusó el mandatario. “A ese nivel se llegó durante el periodo neoliberal”.
Es más, “cuando una de estas (lujosas) naves arriba a un puerto en el Mar del Norte, los pobladores llegan todos al muelle para apreciarla”, narró.
De la misma manera, el presidente contó que en el 40 aniversario de Oceanografía, el empresario mandó fabricar 100 relojes de alta gama de origen suizo con impresiones de la firma. En ese contexto, López Obrador afirmó que no está en contra de los emprendedores, sino de las “riquezas malhabidas”.