La Ley de la Industria Eléctrica (LIE), aprobada el 23 de febrero de 2021 por la cámara de diputados y el 2 de marzo siguiente por la de senadores fue publicada el 9 de marzo de ese mismo año, y, de inmediato, fue objeto de múltiples ofensivas por la derecha. Un grupo de senadores de la oposición, 46, promovió una acción de inconstitucionalidad de la LIE ante la Suprema Corte el 8 de abril de 2021 a la que se sumaron múltiples amparos en la guerra judicial desatada contra el gobierno de la 4T desde la cancelación del fastuoso proyecto de aeropuerto de Peña Nieto. El presidente Andrés Manuel López Obrador, entonces, propuso la reforma constitucional sobre la energía eléctrica.
Los amparos no procedieron y la Corte el 7 de abril pasado desestimó las impugnaciones contra la LIE presentadas y resolvió la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica. La oposición descontrolada quiso ridiculizar a la Corte señalando en su periódico (Reforma-deforma) que los ministros, en particular el presidente de la Suprema Corte, no sabían sumar y restar.
La oposición perfectamente ya encuadrada (PAN-PRI-PRD-MC) bajo la dirección del oligarca Claudio X. González no puede reconocer los 18 millones de ciudadanos que votamos por la continuidad de AMLO en el gobierno, como no reconoce a los 30 millones que lo elegimos presidente en 2018, como tampoco entiende que la mayoría de los diputados y senadores aprobó que el litio es un mineral estratégico reservado a la nación, al gobierno, al Estado. La oposición seguirá poniendo piedras en el camino, abiertas y escondidas, en los pocos más de dos años del gobierno actual. Ahora inaugurado ya el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Tres bocas por entregarse, la banderita opositora, envuelta en un falso ambientalismo, es el tren maya. el tramo cinco del tren maya.
No hay que bajar la guardia y reforzar nuestro trabajo para la mejor comprensión del momento trascendente que vivimos.