La Cumbre de las Américas en la crisis estadounidense

En el curso de la decadencia imperial estadounidense se entrecruzan en estos momentos la guerra entre Rusia y Ucrania en la que aumenta su presencia, a través de la OTAN, del financiamiento directo al gobierno de Zelensky y de la imposición de las medidas económico-financieras para aislar a Rusia; la emergencia de una crisis económica vía la inflación y la contracción del crecimiento; la descomposición interna de su régimen político y las múltiples expresiones de su crisis social con los altos niveles de drogadicción de su población, más de 100 000 muertos por sobredosis el año pasado, y los asesinatos múltiples que arrastran consigo el racismo y la violencia social. Ayer, miércoles 25 de mayo, se registró en Texas el asesinato de 19 niños y 2 maestros en una primaria y 17 personas más heridas. En los primeros cinco meses de este año se han registrado 27 tiroteos en escuelas y 213 balaceras masivas.

En estas condiciones, la pretensión de la realización en Los Ángeles, entre el 6 y el 10 de junio próximo, de una Cumbre de las Américas excluyente, sin Cuba, sin Venezuela, sin Nicaragua, exhibe más debilidad que fuerza. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció su decisión de no estar presente si no se invita a todos los países, posición similar tomada por Lui Arce, presidente de Bolivia, Pedro Castillo, presidente de Perú y por Xiomara Castro, presidenta de Honduras; y acompañada con posiciones menos comprometidas por Argentina, Chile y varios países del Caribe.

Los temas comunes a examinar en la Cumbre van de la migración y la crisis económica a la posibilidad de cooperación y, más allá, a caminar hacia una integración continental.

Por otra parte, mañana viernes 27, se realizará en La Habana la XXI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), integrada por diez países miembros: Cuba, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y otros seis países del Caribe.

Biden intenta frenar estas posiciones eliminando, tímidamente, algunas de las medidas extremas de Donald Trump que asfixiaron aún más a Cuba, facilitando, por ejemplo, el envío de remesas; y abriendo posibilidades de negociaciones con Venezuela en el sector petrolero. Entre los temas urgentes a tratar están la migración, la crisis ambiental y la crisis económica y alimentaria que se avecina.

Antes de la cumbre, se realizarán el próximo domingo 29 de mayo elecciones en Colombia, cuyos últimos gobiernos han convertido a ese país en un territorio abierto a bases militares estadounidenses que se fortalecieron con el Plan Colombia para luchar contra el narcotráfico desde 1999. Ahora las posibilidades del triunfo de una alternativa democrático-popular-nacionalista está abierta con Gustavo Petro, ex alcalde de Bogotá, como presidente y Francia Márquez, ambientalista, en la vicepresidencia.

Las crisis entreveradas siguen su curso y, en ellas, las resistencias populares y la búsqueda de alternativas están presentes.

 

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