El Papa Francisco lamentó hoy los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Mora y Joaquín Campos, así como su cercanía con la Compañía de Jesús, asegurando también que la violencia no resuelve los problemas.
Al final de su audiencia general de este miércoles, al saludar a los peregrinos de lengua italiana, el Papa dijo:
“¡Cuántos asesinatos en México! Estoy cerca con afecto y oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia. Una vez más, repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta el sufrimiento innecesario”.
El pontífice argentino, quien también es jesuita, dijo sentir “dolor y consternación” por los asesinatos de los dos religiosos mexicanos y de un guía de turistas, ocurridos la tarde del lunes 20 de junio, en la comunidad tarahumara de Cerocahui, Chihuahua.
Ya en otras ocasiones, el pontífice ha expresado su consternación por la violencia en México, ocasionada por los carteles de la droga. Incluso su exnucio en el país, Franco Coppola, realizó un viaje a la llamada Tierra Caliente de Michoacán para constatar personalmente esta situación de violencia.