El subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, dio a conocer el balance de los procesos legales de funcionarios que estaban en la estructura de la secretaria de Seguridad Pública a partir de 2006, bajo la dirección del titular, Genaro García Luna a quien más allá de los delitos por los que se le juzga en Nueva York, en México enfrenta diversos cargos. Dijo que se le ha imputado por enriquecimiento ilícito y por uso indebido de sus funciones tanto por permitir la introducción de armas y cartuchos en la operación Rápido y Furioso, así como el otorgamiento irregular y oneroso de contratos para que empresas privada operarán penales federales.
Durante la conferencia presidencial recordó que hoy habrá una audiencia preparatoria al inicio del juicio contra García Luna en Nueva York, el cual comenzará el próximo 9 de febrero. Mejía Berdeja dijo que en ese proceso pesan cargos por colaboración con el crimen organizado y por recibir sobornos millonarios.
El funcionario mencionó además a Francisco N quien se desempeñó como coordinador de Seguridad Regional y el cual está imputado por diferentes líderes criminales por recibir sobornos millonarios.
Mejía Berdeja dijo que estos funcionarios,, quienes se les conocía como los siete apóstoles y a quienes conformaban “toda una estructura dedicada a la conducción criminal, todos estos mandos estaban en al policía federal. Por eso la importancia de la decisión presidencial de desaparecer la Policías Federal Policía para limpiar de tajo toda esta red porque tenía Ramificación en áreas de inteligencia y de investigación”.
Mencionó también a Luis Eduardo N quien está acusado de tortura y estar involucrado en la operación de Rápido y Furioso y que ya fue detenido, enfrentando proceso penal., toda vez que bajo la administración de García Luna en la SSP tenía todo el control de coordinaciones estatales, en los aeropuertos y en la frontera, además de que participó en la división de investigación.
Citó también a Tomas Zerón a quien se le imputan varios delitos, entre los cuales destaca la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa; Luis Eduardo N, acusado de tortura y otros delitos cuando estaba en la división antidrogas; Facundo N vinculado al operativo Rápido y Furioso así como Ramón Eduardo quien está acusado de tortura y otros delitos y quien se desempeñaba en él área de inteligencia de la cual fue separado tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal del Altiplano.
La Jornada