Hasta el secretario general de la ONU reconoció que “es importante reconocer también que los ataques de Hamas no ocurrieron en el vacío. El pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación sofocante”. Y el gobierno israelí enloquecido demanda su dimisión, prohíbe el material de la joven sueca ambientalista Greta Thumberg que se ha pronunciado por la paz y al estilo de Estados Unidos que ha prohibido la literatura y la música rusas.
Estados Unidos se niega a llamar a un alto al fuego y envía material bélico, portaviones, bombas…
Lula afirmó el miércoles 26 que “el problema es que no es una guerra es un genocidio que ya mató a casi 2000 niños”.
Y los muertos se convierten en cifras sin sentido, “al menos 6546 palestinos, entre ellos 2704 niños han muerto y 17 439 han resultado heridos en ataques israelíes desde el 7 de octubre informó el miércoles el Ministerio de Sanidad de Gaza controlada por Hamás”, El economista, nota de Reuters, 25 de octubre.
Las protestas continúan en diversas ciudades del mundo y nuevos comunicados de intelectuales y artistas, incluso judíos, se pronuncian contra la guerra y dicen “No en nuestro nombre”.