La situación económica y social por la que atraviesa Argentina desde hace más de cinco años se volvió más crítica con la pandemia y después de la pandemia, en gran parte por los acuerdos firmados por Macri en 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que comprometió las finanzas públicas con un endeudamiento inaceptable, impagable, de 50 mil millones de dólares, uno de los créditos más altos otorgados por el Fondo a sabiendas de la incapacidad de pago de Argentina. Acuerdo que, además, dejaba en manos del Fondo la práctica dirección de la economía argentina, de la política económica del Estado, con una supervisión trimestral.
Como decía Fidel Castro en los años ochenta, la deuda es un imposible económico, político y moral: “cuando decimos que la deuda es un imposible económico, quiere decir que es imposible económicamente. Cuando se dice: es un imposible político, es porque hay que asesinar a la gente para obligarla a los sacrificios que requiere el pago de esa deuda. Y cuando decimos que es un imposible moral, es porque se trata de un robo, y porque nos han saqueado durante cinco siglos.”
La inflación anual, problema estructural de ese país, junto con la permanente fuga de capitales, pasó de 34.3% en 2018, a 53.5 en 2019, baja un poco en los dos años siguientes y repunta al 72.4% en 2022 y este año alcanzó 142% en octubre y puede superar los 170% para fin de año. La devaluación acompaña el camino de la inflación con la existencia de, por los menos tres mercados paralelos: el oficial, el denominado blue y el del mercado negro. El tipo de cambio oficial este día, 23 de noviembre de 2023, es de 372.50 pesos por dólar y el dólar blue de 1055 pesos. El riesgo país, según JP Morgan, es de 2125 puntos.
Al primer semestre de este año el 29.6% de los hogares vivía por debajo de la línea de pobreza y en ellos reside el 40% de la población, 18.6 millones de argentinos, y la indigencia alcanzó al 9.3% de la población.
Y el crecimiento económico se desplomó: – 2.6 en 2018, 2020 (-9.9), ligera recuperación en los dos años siguiente; un crecimiento de apenas 0.7% durante el primer semestre y para el año se espera una caída de 2.5%.
El triunfo de Milei, un neoliberal extremo, disfrazado de, autonombrado, “libertario”, descerebrado que prohibirá el aborto, autorizará la venta de órganos y el armado de “los buenos ciudadano”, es un escalofriante triunfo de la ultraderecha, crecientemente fascistoide, que se presenta a nivel internacional desde hace varios años, después de la pandemia. Con su motosierra eliminará el banco central, el ministerio de la mujer, el de la cultura y el de bienestar social. Combatirá la memoria, con el cierre del Museo de la Memoria en lo que fue la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), considerada patrimonio de la Humanidad.
Atilio Borón, uno de los mejores sociólogos y politólogos de Argentina y de América Latina, fue director de CLACSO y tiene una activa presencia en el debate político latinoamericano, señala que Milei fue una construcción mediática: desde 2018, la televisión le realizó 235 entrevistas, una cada día y medio y así siguió año tras año, que transformó a un señor de 53 años en un atractivo juvenil.
Destaca que la juventud es la principal víctima de la situación de precarización laboral, de informalidad. Los 8.4 millones de jóvenes entre 18 y 29 años representan el 24.9% del padrón electoral y otro millón, habilitado para votar, 3.3% del padrón, tiene entre 16 y 17 años.
Advierte que “El sistema de partidos ha saltado por los aires y, peor aún, las fuerzas políticas y las identidades que marcaron gran parte de la vida política argentina desde mediados del siglo pasado y hasta hace unos pocos años –el radicalismo y el peronismo– han entrado en una crisis de inéditas proporciones. Probablemente reaparezcan, en clave neoliberal y bajo formas mutantes y, probablemente, aberrantes que poco o nada tendrán que ver con el ADN que los constituyó.” Y con ello se tiene el “Triunfo de la antipollítica y exaltación del hiper individualismo que se acompaña de condena a las acciones colectivas […] buena parte de las organizaciones sociales y fuerzas partidarias están muy debilitadas y deslegitimadas”
Por su parte, Julio Gambina, economista, comprometido con la lucha de los trabajadores, advierte que viene el ajuste, ajuste tras ajuste, para empezar con un ajuste del 15% y se anuncia represión con la aplicación que anuncia Milei de “la ley a los violentos y una presencia de “Una cultura de lo “antipopular” que identifica al peronismo y a la izquierda como indeseable, expresión del racismo en nuestro territorio”.
La aplicación de su programa económico no será inmediata, Milei anuncio que le llevará año y medio, y ya veremos si desaparece el banco central y si puede llevar a cabo la dolarización sin dólares.