El polémico avión presidencial TP01 Boeing 787-8 “José María Morelos y Pavón” despegó este lunes del AICM (Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México) a las 11:00 horas. Su destino es el Aeropuerto de Logística del Sur de California, donde será resguardado hasta que se logre su venta, cumpliendo con una de las primeras pautas del “plan de austeridad” propuesto por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con un mensaje de Carlos Urzúa Macías, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), además del avión, el gobierno federal también puso a la venta otros 60 aviones y setenta helicópteros. En el mismo evento, que tuvo lugar en el Hangar Presidencial, Jorge Mendoza, director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), dijo que la empresa que fabricó el avión definió el aeropuerto estadounidense como el sitio ideal para resguardarlo en tanto se concreta su venta.
“Hoy se da el primer paso rumbo a la enajenación del avión presidencial, el cual abandonará el país este lunes”, dijo.
Informó que el avión transportó a Enrique Peña Nieto desde el 3 de febrero de 2016; que, durante los dos años y diez meses en los que fue utilizado, recorrió una distancia superior a los 600 mil kilómetros.
“Honramos el compromiso de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador de enajenar la aeronave y dar así un mejor uso al hangar que la albergaba”, agregó. “Demostramos con hechos que la austeridad del gobierno federal es prioritaria en esta nueva administración”.
Mendoza dijo que establecieron contacto con la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Servicios para Proyectos, que colabora con los gobiernos para transparentar y mejorar la adquisición y venta de infraestructuras públicas.
Urzúa Macías detalló que Banobras fue el comprador del avión, la SHCP la arrendataria y el usuario final la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Efectivos de esta institución fueron quienes trasladaron el avión a Estados Unidos.