En su tradicional conferencia matutina, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señaló un acto de corrupción durante el sexenio del expresidente panista, Felipe Calderón. Señaló que durante su mandato se decidió comprar un terreno en Teacapan, en los límites de Sinaloa y Nayarit, el cual tuvo un costo de 120 millones de dólares, deuda que aún se debe.
En el marco de la inauguración de la Bolsa Mexicana de Inversión Inmobiliaria y Turística en el año 2008, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa anunció la creación de un “megaproyecto turístico” en el estado de Sinaloa, en el que aseguró que el Gobierno Federal destinaría un aproximado de 5 mil millones de pesos para su desarrollo, con la promesa de detonar una inversión privada de unos 66 mil millones de pesos.
“Es el proyecto más relevante que se haya realizado en México impulsado por el sector público. Se trata, desde luego, del proyecto más importante de turismo de los últimos 25 años, en el último cuarto de siglo, y será el proyecto más importante también en las dos primeras décadas del Siglo XXI”, confirmó el expresidente Calderón.
Asimismo, reiteró que, de acuerdo con las proyecciones que ha realizado el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), se preveía que para el año 2025 se recibirían cerca de tres millones de turistas, los cuales generarían 78 mil empleos directos e indirectos.
El proyecto no se llevó a cabo, debido a las condiciones ambientales que se presentaron. De acuerdo con cuestiones legales, esta clase de proyectos requieren de un estudio profundo en cuanto al impacto ambiental, mismo que nunca se realizó en su momento.
En entrevista exclusiva para A Barlovento Informa, Juan Gerardo Reyes, director de la revista Confines, destacó que el expresidente decidió hacer esa compra a través de un “supuesto concurso” para la creación de un Centro Integralmente Planeado, mismo en el que nunca se dieron a conocer las bases.
“Curiosamente es Sinaloa quien gana ese concurso”, mencionó Reyes, en ese entonces el director del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (FONATUR) era Miguel Ángel Gómez Mont; hermano del secretario de Gobernación Calderonista Fernando Gómez Mont.
El periodista especializado en Turismo, comentó que la inversión en dicho terreno fue dinero del presupuesto público. El terreno “no contaba con viabilidad para el desarrollo turístico, pero no les importaba eso. Lo que les importó fue comprar el terreno”.
“Esta compra de terrenos tenía la finalidad de crear un Centro Integralmente Planeado, lo doble de Cancún. Sin embargo, se encontraron con muchos elementos que se los impidió”.
El Gobierno Federal, se quedó con una deuda de 120 millones de dólares, para pagarse a 20 años. “Es el FONATUR el que tiene que financiar el pago de estos terrenos”, puntualizó el periodista.
Por su parte, Gabriel Cabello, consultor en Turismo, mencionó en entrevista que “este Centro Integralmente Planeado nació con el pie izquierdo. Demuestra mucho cómo se hacían las cosas en el sexenio neoliberal de Calderón”.
La situación, de acuerdo con Cabello, es que FONATUR se encargaba de realizar estudios a profundidad para analizar las condiciones y el impacto ambiental que un Centro Integralmente Planeado pudiese ocasionar. Sin embargo, durante el sexenio de Calderón, ese terreno se compró sin los estudios requeridos.
El terreno sigue abandonado hasta la fecha, y la forma de obtenerse fue sin los estudios necesarios sobre el impacto ambiental para la construcción de un Centro Integralmente Planeado.
Gabriel Cabello subrayó que el aeropuerto más cercano queda a más de 80 km del terreno, “ningún Centro Integralmente Planeado queda tan lejos de un aeropuerto, pero eso no importaba, lo que importó fue la transa de Calderón”, añadió.
Gabriel Cabello y Juan Gerardo Reyes, coincidieron en señalar que la decisión la tomó un gobierno que no tenía conocimiento sobre la verdadera vocación del terreno; ya que es un lugar estratégico para el mundo y para México por el sistema de agua que ahí existe; de llevarse a cabo el proyecto que impulsó el gobierno de Calderón, causaría un ecocidio, sentenciaron.
