Un 27 de abril de 1962, en la ciudad de Xalapa, Veracruz, nació Gabriel Orozco, quien años más tarde se convertiría en un artista plástico reconocido a nivel nacional e internacional.
La obra del artista abarca desde la escultura, instalaciones espontáneas, fotografía, video, dibujo y el arte-objeto. A nivel internacional se le ha considerado uno de los diez artistas más importantes e influyentes, su obra ha sido imprescindible en cualquier acontecimiento de arte contemporáneo presentado en galerías y museos en Europa y América.
Su infancia estuvo rodeada del arte, más que nada por su padre, Mario Orozco, quien daba clases de pintura en la Universidad Veracruzana. Gabriel Orozco solía acompañarlo a todas sus actividades artísticas, lo cual lo incluyó dentro de los círculos de artistas desde muy pequeño.
Su formación como artista la inició formalmente al salir de la secundaria, cuando ingresó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), en 1981. Igualmente, frecuentó los círculos de artes en Madrid, lugar en el que adquirió un aprendizaje de manera amplia e integral, que le permitió reconocer el arte en otras aristas, en ese momento la gente estaba ofuscada por el síntoma de la posguerra.
El artista plástico también emprendió diversos viajes hacia ciudades como Nueva York y París, en donde las diversas corrientes emergentes comenzaban a tomar forma y sus respectivos caminos.
Las creaciones de Orozco se distinguen por su persistencia en encontrar nuevas formas de expresión en las que no se involucrara el arte tradicional mexicano, para Orozco siempre ha sido primordial la experiencia estética.
Esto provocó que buscará espacios fuera y lejos de su ciudad natal, por lo que se le reconoce mayormente entre las galerías de arte internacionales, que en su propio país.
La obra del artista también refleja lo extraordinario en la cotidianidad o escenarios comunes, razón por la que nos podemos encontrar residuos urbanos, piezas, materiales industriales y de todo tipo dentro de sus creaciones. El artista relata que le gusta dar largas caminatas, ya sea en la ciudad, calles, en las playas, entre otros sitios para recolectar los residuos o materiales que pudieran servirle para su próxima creación artística.