Con 95 votos a favor, 25 en contra y 2 abstenciones, el Pleno del Senado de la República aprobó este martes en lo general el dictamen de la Reforma Educativa. Sin embargo, aún falta la discusión de lo particular en el dictamen, donde se han manifestado más de 30 reservas.
Pese a los 25 votos en contra del PAN, el Senado resolvió echar abajo la Reforma Educativa aprobada durante el sexenio pasado, durante el mandato de Enrique Peña Nieto.
Los partidos PRD, MC, PVEM, PT y PS consideraron que el dictamen de la Reforma Educativa “elimina el aspecto punitivo contra los maestros, pone en el centro el interés de los estudiantes y garantiza que se retomen aspectos que habían sido eliminados como la filosofía y el civismo”.
Rubén Rocha, presidente de la Comisión de Educación, señaló que la Reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador “fue adicionada y mejorada en el marco del ejercicio autónomo de los poderes y se enriqueció en temas como la educación inicial y la universidad obligatoria y gratuita, así como la educación inclusiva”.
En contraste el legislador Gustavo Madero, en representación del PAN, dijo que se trata de “una contrarreforma y es eminentemente laboral y que todos los grupos se la han pasado argumentado que les devuelven los derechos laborales a los maestros, pero se han olvidado de los estudiantes”. A su vez, la panista Guadalupe Saldaña criticó que el gobierno federal se dejó manipular por la CNTE.
Por lo tanto, el Senado determinó abrogar la Ley General del Servicio Profesional Docente y la ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.