Pedro Sánchez podría perder la presidencia de España por falta de votos en el Congreso 

A unos días de la investidura presidencial de Pedro Sánchez, quien ganó las elecciones en España el 28 de abril pasado, su proceso de aprobación en el Congreso se le complica, pues ahora que no logra ponerse de acuerdo con Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, formar gobierno le puede ser literalmente imposible.

Luego de una moción de censura contra el entonces presidente Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP) en 2018, acusado de estar vinculado a sobornos ilegales, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), impulsó a Pedro Sánchez para ocupar su lugar durante 10 meses, antes de las elecciones en las cuales legitimó su papel como mandatario español. Este triunfo lo logró de la mano de Unidas Podemos (UP), quienes con 14 por ciento de los sufragios, obtuvieron 42 diputaciones que sumados a los 123 del PSOE acercaban a Sánchez a los 176 legisladores que requiere para formar gobierno.

Sin embargo, a últimas fechas, las tensiones entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez pueden poner en riesgo la investidura del presidente electo. Sánchez ha asegurado este jueves que el problema principal con el líder de UP reside en la pretensión de Iglesias de formar parte del Gobierno; el representante del PSOE se niega a incluir a Iglesias en su gabinete por sus diferencias profundas sobre todo acerca del separatismo en Cataluña. Del lado de Podemos, el veredicto también es claro: el 70 por ciento de los casi 140 mil militantes que participaron en la consulta interna respaldan la estrategia de Iglesias para formar un “gobierno de coalición sin vetos”.

“El 70% de las personas inscritas que han participado en la consulta han decidido la opción de un gobierno de coalición integral (programa y equipos) sin vetos. ¡Enhorabuena por la gran participación! Unidas Podemos”, ha publicado el partido político en su cuenta de Twitter.

Además, los militantes y simpatizantes de UP criticaron a Pedro Sánchez por dar a entender que Pablo Iglesias no defiende la democracia: “yo necesito un vicepresidente del gobierno que defienda la democracia española” dijo en entrevista el mandatario y criticó que Iglesias defienda y hable de presos políticos en España.

Una de las reacciones más destacadas a estas declaraciones fue la de Irene Montero, portavoz de Unidas Podemos y esposa de Iglesias, quien publicó en su cuenta de Twitter: “Hoy el Presidente del Gobierno ha llegado a decir que Pablo Iglesias no defiende la democracia. No todo vale, y menos entre fuerzas políticas que aspiran a gobernar juntas y por tanto, a respetarse y entenderse. Sánchez debe rectificar”.

Desde su esquina, Pedro Sánchez también se ha posicionado, al decir que él quiere asociarse con UP, pero no bajó sus condiciones: “Yo no estoy negociando con la derecha, yo tengo claro quiénes son mis socios preferentes, en este caso es Unidas Podemos. Yo quiero gobernar desde la izquierda, yo quiero un gobierno progresista, pero entiendo que si quieres un gobierno que no dependa de los independentistas, la pura matemática parlamentaria te lleva a mirar al Partido Popular y a Ciudadanos, a los que no les pido que me aplaudan, ni que me voten que sí, lo único que les estoy pidiendo es que se abstengan, no por mí, sino por España, ese país al que dicen querer tanto”.

Sánchez clama por la abstención de la derecha debido a que la Constitución española ofrece la alternativa de que sea elegido cualquiera que sume más votos afirmativos que negativos. Un ejemplo reciente es Mariano Rajoy, quien en 2016, logró ser reelecto con el respaldo de sólo 170 diputados: 111 lo rechazaron, pero 68 socialistas resolvieron abstenerse para poner fin a un bloqueo que llevaba casi dos años.

Y por si fueran pocos los pendientes para Pedro Sánchez, el presidente catalán Quim Torra, a través de una carta titulada “Le invito a mirar lejos”, ha pedido al presidente en funciones que se comprometa a “dar voz al pueblo de Catalunya” si quiere que su investidura de la próxima semana cuente con el apoyo de los independentistas para ser reelegido presidente del Gobierno.

Sin la alianza de los partidos de izquierda, y más aún, sin la colaboración de la derecha, representada por el PP, Ciudadanos y los ultraconservadores Vox, los socialistas no podrán formar gobierno en las sesiones de investidura de la semana próxima. Queda un eventual segundo intento en septiembre y, si allí tampoco, habrá, otra vez, elecciones en noviembre.

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