El Partido de la Revolución Democrática (PRD), surgió como partido político heredando el registro del Partido Comunista que se logró gracias a la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales de 1977, impulsada luego de que José López Portillo fuese candidato único, por el PRI, a la presidencia en 1976.
En aquel momento, ese logro social permitía la apertura a la participación política de sectores civiles y de la izquierda que por años habían estado relegados a las actividades militantes y ante la percepción pública, panfletarias, más allá de que su labor en la historia nacional fue invaluable.
Hoy, ese mismo registro del Partido Comunista será usado para impulsar la plataforma Futuro 21, un grupo político plagado de personajes ya “quemados” en la escena nacional, que haciendo uso del más abigarrado marketing político, al estilo de Vicente Fox, quien se en fundó en un empaque de botas y sombrero para no mostrar el verdadero producto chatarra que escondía en su ser, buscan imprimir una idea de ser “algo nuevo” para la participación política en la vida nacional. También se puede parecer a estrategias como la de los copetes engominados y las bodas de telenovela.
Uno de los personajes que integran este extraño proyecto es el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, quien durante su gestión (2007-2015), fue señalado por permitir la represión estudiantil en las instalaciones de Ciudad Universitaria de parte de fuerzas de seguridad pública, en plena violación de la autonomía universitaria. A la postre, fue Secretario de Salud en el sexenio de Enrique Peña Nieto e intentó ser presidente del Partido Revolucionario Institucional, pero claudicó al denunciar que el proceso electoral de dicho partido estaba lleno de irregularidades.
También destaca el nombre de Rubén Aguilar Valenzuela, quien se hizo famoso por ser el vocero del expresidente Vicente Fox. Hijo de un acaudalado accionista de Banamex, reporta la revista Proceso, fue sacerdote jesuita, guerrillero y directivo de medios de comunicación. “Luego de que, en calidad de articulista, se reveló como un severo crítico de la incompetencia del gobierno de Vicente Fox -y de su esposa-, fue llamado a defender justamente aquello que criticaba y, peor aún, a servir de ariete cotidiano en la guerra que la presidencia libraba contra el Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador”, señala la propia revista.
Otro personaje que resalta, es Purificación Carpinteyro, exdiputada del PRD, candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, y de quien se supo en junio de 2014, a unos días de que se iniciara la discusión y aprobación de las leyes secundarias en materia de Telecomunicaciones, propuso un negocio a un exejecutivo de una empresa telefónica, aprovechando la nueva legislación.
En una grabación del 25 de mayo de 2014, publicada por el portal Aristegui Noticias, se escucha a quien fue subsecretaria de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Felipe Calderón, hablar con José Gutiérrez Becerril, ex director de Pymes de Telefónica México, a quien la legisladora propone aprovechar la reforma constitucional y de leyes secundarias en telecomunicaciones para iniciar un negocio de reventa de servicios de telefonía móvil, televisión de paga e internet.
Futuro 21 tendrá también en sus filas a Gabriel Quadri de la Torre, excandidato presidencial en 2012 y un personaje conocido por sus dichos en redes sociales, donde publicó el 11 de enero de 2019: ‘’Si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería un país en desarrollo medio y potencia emergente’’.
Luego entonces, en Futuro 21 brillan nombres que no necesitan presentación como Miguel Ángel Mancera, “Los Chuchos”, Jesús Ortega y Jesús Zambrano, así como Beatriz Pagés, diputada que renunció al PRI para añadirse a este proyecto contrario a las políticas de Andrés Manuel López Obrador.
Se dicen de izquierda pero provienen de diversos grupos priísta, panistas y facciones del perredismo de tribus que precisamente destruyeron al partido del Sol Azteca, que hoy se aferra a personajes gastados, contrarios a sus ideales, sólo por no desaparecer.